Y lo primero que cabe preguntarse es cómo un delantero se mantuvo durante más de una década en Las Palmas con un acierto nulo ante la portería ajena. La explicación está en su reconversión como un imponente defensa central con la llegada de Miguel Muñoz al banquillo del Insular, después de que Felipe estuviera un año cedido al San Andrés (Barcelona). Y así, como un extraordinario zaguero que llegó a ser tres veces internacional absoluto lo conoce casi toda la España futbolística. El Heliodoro sabe que antes fue un veloz extremo que explotó como goleador el 19 de noviembre de 1972 en un partido ante el Hércules. Esa tarde hizo dos tantos en dos minutos y permitió que el Tenerife lograra una importante victoria (3-0) que le colocaba octavo en la clasificación, lejos de la zona de descenso.
Nada que ver con la situación con la que se había encontrado Héctor Núñez dos meses antes, cuando se había hecho cargo de un equipo que estaba en zona de descenso después de que bajo el (breve) mandato de Ignacio Eizaguirre fuera incapaz de marcar un gol. Tras el relevo en el banquillo, cuatro victorias en cuatro apariciones en el Heliodoro, en las que el Tenerife no había recibido un gol, permitieron respirar a los aficionados blanquiazules... e invitaron a Núñez a repetir su once de gala: Del Castillo; Lesmes, Molina, Juan Miguel, Pepito; Bergara, Cabrera (Esteban , 81’), Jorge; Felipe, Cantudo y Medina (José Juan, 63’). O lo que es lo mismo: un total de doce canarios, todos tinerfeños salvo Molina, junto al uruguayo Bergara, que ejercía de oriundo antes de la apertura de fronteras.
Delantera presentada el 19 de noviembre de 1972. Felipe, Bergara, Cantudo, Jorge y Medina.
En los primeros minutos, un disparo de Cabrera se fue al larguero. Y pasada la media hora de juego, el propio Cabrera inauguró el marcador tras recibir un servicio de Bergara, que sorprendió al equipo visitante al sacar una falta mientras se formaba la barrera. El resultado no se movió otra vez hasta el minuto 73, cuando Felipe Martín aprovechó una dejada de José Juan. Y un minuto después hizo el 3-0 definitivo tras recibir una asistencia de Bergara y cruzar un remate preciso ante la salida de Zamora.
Dos goles en dos minutos. Y sólo seis más en dieciséis años y más de cuatrocientos partidos como profesional. El fútbol es caprichoso con sus protagonistas. Por eso, pese a haber sido subcampeón de Copa del Rey e internacional absoluto, Felipe Martín sigue sin olvidar aquel domingo.