Este lunes se pone en marcha la décimo cuarta edición del mayor evento de tecnología y nuevas tendencias de España, la TLP Tenerife, una fiesta del entretenimiento que no para de crecer y que cada año trae a miles de personas a Santa Cruz de Tenerife y deja a otras tantas con las ganas de entrar tras agotarse las entradas. Siempre con novedades, ideas frescas y con la intención de sorprender, entretener y formar a sus asistentes, el Recinto Ferial abre sus puertas a la TLP más extensa de su historia gracias a la inclusión de TLP Innova como apertura en el recinto santacrucero de lo que a partir del miércoles serán los cuatro días fuertes del entretenimiento y ocio.
Para compartir las experiencias pasadas y lo que ha significado la evolución de la fiesta en estos casi tres lustros, charlamos con su director desde 2016, Marce Concepción, cabeza pensante y la persona clave en el ‘boom’ espectacular que ha vivido la TLP en los últimos años.
Después de 14 ediciones, ya esotra generación la que disfruta la TLP. ¿Hay muchos cambios entre una y otra?
He visto muchos cambios porque llevo mucho tiempo en esto. Era de la generación de teleperos que empezó casi desde el principio y estuve hasta 2010 siendo un participante más y en aquella época la cosa era, primero, más masculina, dedicado a la pura informática y al videojuego; pero el sector se ha abierto mucho y ha entrado mucha gente nueva en la afición a los videojuegos. Las comunidades se han hecho muchísimo más inclusivas, se han adjuntado otras aficiones… Cuando empezamos a venir a esto nunca pensamos que el pop coreano (K-Pop) arrasase tanto y que fuera tan importante para la gente. Simplemente intentamos mantenernos al día, ser inclusivos, aceptar a la gente y a todas las comunidades. Esto es un evento que se celebra en Tenerife, que lo hace la gente de Tenerife, pero también lo hace la gente que viene al evento, y si tienen algún interés en concreto y creemos que cuadra dentro de toda esta filosofía de innovación, de nuevas tendencias, de hacerle hueco a las cosas nuevas, pues lo metemos si vemos que es posible. Intentamos que esto sea una comunidad de comunidades y que todo el mundo sea aceptado.
¿Cuesta reinventarse nuevamente?
Muchísimo. Al final, todos los años intentas darlo todo. Nos cuesta mucho el concepto de ‘esto me lo guardo para el año que viene’. Siempre intentamos que todo lo que sea posible meter en el evento, lo metemos. Cuando terminamos y llega agosto, empezamos a pensar en la siguiente edición y ‘¿ahora qué?’. Lo bueno es que sigue entrando carne nueva, tenemos muchísimos voluntarios y muchísimo staff que vienen con sus propias ideas e intentamos acogerlas. Si algo se queda en el tintero se intenta rescatar, por si ha llegado tarde o porque ese año no había sido posible, y luego siempre intentado hacer hueco a que las cosas que tienen aceptación crezcan, a que las cosas que están funcionando en otros sitios ver si aquí funcionan y hacer muchos experimentos. Creo que de las circunstancias también nacen ideas nuevas. Por ejemplo, la posibilidad de traer todo lo que hacíamos en el Auditorio de TLP Innova al mismo techo nos permite pensar ‘¿y si hacemos una jornada específica a la gente que ya está aquí?’ No para que venga gente de fuere otro público, que también, si no cosas para la gente que está aquí, ¿qué tipo de formación les puede interesar, qué nivel? Si hacemos una masterclass superespecifica sobre habilidades concretas tiene su público, pero si hacemos algo de arrancar en una nueva industria, ‘¿cómo puedo convertir esto en una profesión? ¿Me voy a tener que ir fuera? ¿Hay industria aquí?’ Nosotros queremos demostrar que sí y que se puede hacer una carrera completa. Eso nace de tener la posibilidad de traer algo al Recinto Ferial. Empieza a derivar de las circunstancias y nacen ideas nuevas.
Y precisamente hoy se abre con un programa de TLP Innova…
Sí. Abrimos con TLP Innova y es una novedad la posibilidad de utilizar estos espacios y querer utilizarlos también el fin de semana para otras actividades. Entonces, como no podemos ampliar más el espacio, pues ampliamos el tiempo y estamos más tiempo abiertos.
Creo que es la afición por el K-Pop (pop coreano). La estrella de la actividad del Summer-Con siempre ha sido el cosplay y lo siguiente el karaoke. Todo el tema del K-Pop y las coreografías han ido creciendo y se ha puesto a la altura del cosplay, lo hemos cambiado de escenario y lo hemos convertido en otra gran gala del evento. Tenemos un problema de plazas y no nos cabe más gente. Siempre estamos buscando maneras de que quepan más, de hacer rondas previas… Algo inaudito en años anteriores.
Y ahora, además de la TLP Summer, se estrenó en diciembre la TLP Winter y durante el año hay eventos por la isla de la TLP Weekend. ¿Cabe algún formato más?
Siempre estamos inventando cosas. Creo que es un formato que se puede moldear mucho, porque es como el agua. Lo pongas donde lo pongas, al final tendrás cosas. Son un conjunto de aficiones, que son una realidad, que existen, que la gente las disfruta sobre todo a través de internet y que es como un fuego subterráneo que se va extendiendo y de repente salen conatos y dices tú ‘¿cómo hay tanta gente aficionada al K-Pop si yo no lo veo por la calle? Pues porque esa gente tiene otras formas de relacionarse. La sociedad ha cambiado y se relacionan en grupos privados que a lo mejor no se exponen tanto. Creemos que el formato TLP es una oportunidad para esas comunidades de darse a conocer al público en general, aparte de compartir entre ellas, aparte de toda la polinización cruzada que pueda haber entre la gente del cosplay y del K-Pop, la gente de los E-sports y la gente de programación. Intentamos que se encuentren. Hicimos una colaboración hace poco con Apanate (Asociación Canaria del trastorno del Espectro del Autismo) e hicimos un evento en sus propias instalaciones. Se pudo adaptar perfectamente a las necesidades especiales que tienen las personas con TEA. En resumen, podemos hacer algo tan grande como la TLP Summer o la Winter o algo intermedio como las Weekend. Si hubiera un espacio más grande, pues podríamos intentar hacer algo más grande. Es muy flexible.
Después de varios años en la dirección, ¿te has planteado pasar el testigo?
Uno siempre lo piensa. A lo mejor debería dejar a otra persona que se ocupe, a lo mejor pasar a otro rol… La verdad es que ganas de desligarme no tengo, ninguna. A veces te dices si podría probar otra persona, otra visión. Por como funcionamos, que es mucho por comité, mi puesto como director es casi más testimonial o de última palabra más que otra cosa. La planificación se hace de abajo hacia arriba, así que no influye mucho. Pero sí es verdad que uno piensa. El año que viene termina mi mandato, como el que dice, como presidente de la asociación Inova7. Para nosotros, simplemente celebrarlo es un objetivo cumplido, no necesitamos hacer un gran negocio. Entonces, uno lo piensa y si a lo mejor los miembros de la asociación piensan que hace falta sangre nueva y que habría que dar un relevo, creo que puede ser un buen momento. Lo que tengo bastante seguro es que mientras el resto de compañeros quiera contar conmigo, yo voy a estar aquí, de una forma o de otra, con más estrés o más responsabilidad, o menos. Si salgo reelegido seguiré trabajando en el evento y seguiremos buscando formatos. Hay mucho por hacer y la vocación de Innova7 social y eventos pequeños como el de Apanate, es el futuro de la asociación. Estos grandes eventos están muy bien porque conciencian a la sociedad en general, pero creo que podemos seguir entrando en más sectores y en más personas para usar ese factor de integración. Todavía tengo muchas ideas.