Más sombras que luces (las luces)

El Tenerife 17-18 tiene números de ascenso en la 'era Etxeberria' y su continuidad y la del eje Alberto-Milla-Acosta alimentan el optimismo.

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El Tenerife 17-18 ha cerrado el curso con más sombras que luces. Clasificado en la undécima plaza, a once puntos de la zona de descenso, la llegada de Etxeberría le alejó pronto de esa amenaza –que llegó a estar a un punto cuando se fue Martí– y hasta soñó con disputar los 'playoffs'. Es el momento de analizar algunos de los aspectos positivos del equipo en la temporada recién finalizada.

El Tenerife 17-18 tiene números de ascenso en la 'era Etxeberria' y su continuidad y la del eje Alberto-Milla-Acosta alimentan el optimismo
 
La 'era Etxeberria'. El Tenerife sería quinto en una hipotética clasificación que sólo recogiera las 17 jornadas dirigidas por el técnico vasco, quien firmó números de ascenso: 29 puntos (ocho victorias, cinco empates y cuatro derrotas) en 17 partidos, lo que supone una proyección de 72 puntos. Llegó con el equipo a once puntos del 'playoff' y a uno del descenso y lo dejó a seis del 'playoff' y a once del descenso. Además, dotó al juego de un estilo, agitó las estructuras del club, modificó rutinas, lo hizo competir hasta el final... y se ganó el cariño de la grada y la renovación.  

La afición. El buen recuerdo del curso 16-17, una pretemporada ilusionante, unos fichajes sonoros y una atractiva campaña publicitaria hicieron que el Tenerife superara la barrera de los 11.500 abonados, con 2.500 nuevas altas. Así, la afluencia al Heliodoro creció respecto al curso anterior, coleccionándose los mejores registros en siete temporadas: 253.068 espectadores, con un promedio de 12.051 aficionados por partido. El tope se registró ante el Sevilla Atlético (19.123) y sólo en cuatro citas (Valladolid, Lugo, Sporting y Albacete) no se alcanzaron los diez mil aficionados. 

La pegada. El Tenerife fue el quinto equipo más goleador del campeonato tras los ascendidos Rayo y Huesca, amén de Sporting y Valladolid, que juegan los 'playoff'. Sólo se quedó seco en diez partidos, aunque perdió las siete veces en las que no marcó como visitante. No dependió de la inspiración de un jugador: Longo se fue a los 12 tantos ligueros, mientras que Villar, Casadesús y Malbasic hicieron nueve. Y ninguno de ellos tuvo continuidad: sólo Casadesús (2.092) superó la barrera de los dos mil minutos. Y la segunda línea –con Juan Carlos (5), Mula (4) y Acosta (3)– también aportó. 

Superación. El Tenerife sólo perdió un partido en el que abrió el marcador. Y fue el 2-4 ante el Huesca en el que Díaz de Mera se inventó un penalti contra el Tenerife, expulsó sin motivo a Carlos Ruiz, concedió un gol visitante en fuera de juego, no sancionó un penalti en el área aragonesa y amenazó con suspender el partido por una presunta agresión a una asistente. Por contra, ganó tres partidos en los que el rival hizo el primer gol, dos de ellos con Etxeberria. Y en otros tres partidos con el técnico vasco, empató (1-1) después de que Reús, Cádiz y Albacete abrieran el marcador. 

La estabilidad. El Tenerife prepara el curso 18-19 con menos dinero que el verano pasado, pero con más tiempo y una base sólida que le permitirá iniciar ese curso con más efectivos que en los últimos años. Hace semanas que sabe que va a jugar en Segunda División y ya ha renovado a Etxeberria, que conoce lo que tiene... y lo que necesita. Además, el club dará continuidad a su estructura institucional y deportiva, con Serrano a la cabeza. Con fichajes casi cerrados y 19 jugadores con contrato en vigor, invitará –por las buenas– a salir a varios que prevén que no van a tener minutos. 

Nombres propios. La llegada de Milla ha sido una de las mejores noticias el curso y el eje central que forma con Alberto y Acosta como mediapunta y líder de la presión alimenta el optimismo de cara al próximo curso. También deja buenas sensaciones Juan Villar, autor de nueve goles en 1197 minutos (uno cada 133 minutos) y vital en la mejor racha blanquiazul. Y tras un curso en el que pagó su irregularidad y la falta de adaptación al fútbol español, hasta Malbasic parece aprovechable tras cerrar la Liga con nueve dianas (cuatro con Etxeberria) en solo 17 partidos como titular. 

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