Más sombras que luces (las sombras)

El Tenerife 17-18 cerró el curso en la undécima plaza, lejos del objetivo de los 'playoffs' y con muchos deberes para el curso que viene

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El Tenerife 17-18 ha cerrado el curso con más sombras que luces. Clasificado en la undécima plaza, a seis puntos de los 'playoffs' de ascenso, se despidió demasiado pronto de un objetivo al que sólo se acercó durante un par de semanas, en plena efervescencia del 'efecto Etxeberria'. Es el momento de analizar algunos de los aspectos negativos del equipo en la temporada recién finalizada.

El Tenerife 17-18 cerró el curso en la undécima plaza, lejos del objetivo de los 'playoffs' y con muchos deberes para el curso que viene
 
La 'era Martí'. Perjudicado por las lesiones y un acomodamiento de los jugadores, el técnico balear también cometió errores: no definió un estilo, transmitió dudas y no supo sacarle rendimiento a la plantilla. Su buen talante, su indudable compromiso con el club, su cercanía al presidente Concepción, su condición de exitoso exjugador y la buena campaña realizada un año antes fueron factores que retrasaron una destitución que, a toro pasado, debió llegar mucho antes y que se produjo tras 25 jornadas y con el equipo a un punto del descenso. Y a once de la 'inalcanzable' promoción. 

Las lesiones. No han ayudado al Tenerife 17-18: Martí y Etxeberria nunca tuvieron a toda la plantilla disponible. Siempre hubo un jugador lesionado, cuando no media docena de bajas entre caídos, sancionados o viajeros con las selecciones. Otro dato: Villar y Longo sólo coincidieron en seis alineaciones... y en tres de esos partidos uno de ellos cayó lesionado. Su última cita juntos, en Tarragona, acabó con triunfo y dos goles de Villar antes de 'romperse'. Cuando regresó siete semanas después, Longo ya había dicho adiós a la temporada y el sueño del 'playoff' empezaba a diluirse. 

Fragilidad defensiva. El Tenerife fue el séptimo equipo que recibió más goles de toda la Segunda División. Además de los cuatro descendidos, sólo lo hicieron peor Córdoba y Valladolid. Otro dato: únicamente fue capaz de dejar su portería a cero en dos de sus 21 desplazamientos, factor que explica su debilidad como visitante. La responsabilidad va más allá de Dani o del cuarteto defensivo y afecta a la globalidad del juego. Y también tiene peso en los resultados: con mucha 'dinamita' arriba, el equipo blanquiazul ganó diez de los trece partidos en los que no recibió goles. 

Los arbitrajes. Otra lacra para el Tenerife 17-18. Le beneficiaron alguna vez, pero fue perjudicado a lo largo del curso, especialmente en momentos decisivos. Ya influyó Iglesias Villanueva, inventándose un penalti a favor del Espanyol que le dejó fuera de la Copa del Rey, pero la catarata de errores de Díaz de Mera ante el Huesca resultó definitiva. Por la gravedad de los fallos y por la sospecha de intencionalidad. Y los penaltis no señalados sobre Acosta y Malbasic en los dos siguientes partidos, ante Rayo y Almería, alejaron totalmente cualquier opción de 'playoff'.  

La edad. Es un contratiempo de cara al presente y un problema con vistas al futuro. Este verano, Carlos Ruiz cumple 35 años, Aitor alcanza los 34 y Aveldaño llega a 33. Y en febrero-marzo de 2019 le toca cumplir 35 'tacos' a Cámara, 34 a Casadesús o Suso y 33 a Camille. Caso aparte es el del portero Dani Hernández, que en cuatro meses llega a los 33 años, pero en una posición menos exigente. Por aquí pueden explicarse algunas de las bajas de jugadores con contrato en vigor, más allá incluso de su rendimiento –en algunos casos notable– o de su pérdida de protagonismo. 

Nombres propios. Muchos futbolistas ofrecieron un rendimiento inferior al esperado. Entre los veteranos, nadie repitió el notable curso 16-17; y también hubo fichajes que por diversas causas no rindieron al nivel previsto, con Tyronne y Montañés a la cabeza. Eso sí, la gran decepción fue Jorge Sáenz. Llamado a liderar la zaga blanquiazul y revalorizado tras debutar con la selección sub 21, perdió la titularidad en noviembre y cerró el curso con cifras para el olvido: un triunfo y siete derrotas –con responsabilidad directa en alguna de ellas– en los once últimos partidos jugados. 

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