Morir una y otra vez en Netflix

Si Nietzsche hubiera tenido un hijo con Freud y este leyera a Einstein probablemente sería el guionista de Muñeca Rusa

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Si Nietzsche hubiera tenido un hijo con Freud y este estuviera obsesionado con la relatividad de Einstein, leyerera a Sartre y a su vez adorara el Expresionismo, seguramente sería el guionista de la serie Muñeca Rusa, última incorporación de la plataforma Netflix. Pero como ese híbrido postexistencialismo no vive en nuestros días cabe destacar la gran intelectualidad y comedia que han conseguido juntar Natasha Lyonne, Amy Poehler y Leslye Headland en esta realmente inquietante serie.

Todo se plantea como un Día de la Marmota en el que el punto de reinicio es la muerte. Bajo esta premisa se podría pensar que o es una copia barata o es una copia gore, pero desde el primer capítulo se ven claras las intenciones de una comedia negra que realmente no tiene pretensiones y que lo que busca son respuestas del universo, la existencia o la religión. 

Natasha Lyonne, a parte de escribir la serie, también llena la pantalla con un pelo risadísimo y pelirrojo y un sarcasmo que ya hemos visto anteriormente en sus personajes. Lyonne pensó en este revivir imposible tras episodios traumáticos por su adicción a las drogas y su necesidad de respuestas.

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Muñeca Rusa comienza siendo un sinfín de referencias a drogas y muertes absurdas que siempre llevan al mismo espejo, pero en el momento justo en que el piensas que nada de lo que estás viendo tiene sentido, un halo de luz en forma de ciencia llega y te explica que solo has sido capaz de percibir la superficie y que la realidad es aún peor. Porque si atendemos a las leyes de la física, Nadia Vulvokov (su personaje, no lo había mencionado hasta ahora) sí ha muerto para siempre en alguno de los universos que existen, con todo lo que ello implica.

Una vez superado todo el misticismo inicial de la serie toca la reflexión del pasado de los protagonistas. Todo lo que se vive pertenece a las consecuencias, un efecto mariposa que hace que te olvides del cielo, el karma, el purgatorio y todas esas falsas ideas que intentan convencernos de que después del gran apagón tendremos ocasión de solucionar nuestros problemas de la vida. La idea es básica: ese tiempo no existe, solo tenemos el ahora para redimirnos y dejar claras nuestras intenciones.

Realmente esta comedia negra es única, no solo porque hable de temas tan oscuros que nunca pensarías ver en Netflix, sino porque abre la puerta a dejar de lado lo preestablecido y a buscar la verdad de cada uno. Muñeca Rusa abandona los chistes vanos y los gags de comedias de situación y no solo te hace reír sino también te hace sentir bien. Mi consejo es muy básico, como solo son 8 capítulos de unos 20 minutos cada uno, deberías invertir ese pequeño tiempo en verla y entenderlo todo.