La planta regasificadora de Granadilla (Tenerife) hubiera permitido ya a Canarias ahorrar 380 millones de euros en producción de electricidad si se hubiera puesto en marcha en 2009, como inicialmente estaba previsto, una cantidad superior a su coste, de unos 300 millones.
En un desayuno informativo organizado por los diarios "La Provincia" y "La Opinión", Ortega ha recalcado que, frente a lo que le reprochan los críticos con las regasificadoras, el Gobierno de Canarias "no está empeñado con el gas, sino con las renovables".
Ortega ha defendido la conveniencia de ir sustituyendo el fuel y el gasóleo por el gas como combustible de las centrales térmicas de Canarias, porque contamina menos y porque resulta más barato. Según sus cifras, solo ese cambio de combustible para generar electricidad en las islas le ahorraría 50 millones al año a todos los canarios.
El consejero ha enfatizado que, si se hubiera construido en 2009, como inicialmente se anunció, el ahorro propiciado por la regasificadora de Granadilla hubiera cubierto por completo su coste y habría generado 80 millones adicionales para destilarlos a impulsar las renovables "o a lo que se considerara necesario".
Pedro Ortega ha explicado que el Gobierno de Canarias va a seguir impulsando la introducción paulatina del gas en las islas, porque está convencido de sus ventajas.