La marca checa de automóviles llegó al Salón de Ginebra 2017 con una actualización de dos de sus coches, concretamente el Skoda Rapid y el Spaceback, constituyendo algo más que un cambio, una auténtica renovación.
Para empezar, lo que entra por los ojos. Un exterior que incorpora las principales novedades en su parte frontal, uniendo visualmente los faros con la parrilla a través de una delgada moldura cromada, mientras que las luces de niebla ahora brillarán en la zona baja del nuevo parachoques de ambos modelos. En la zona trasera, se hace hincapié en un aspecto más deportivo, a la vez que en el Spaceback se agranda la luna y la puerta para facilitar la manipulación de equipaje.
El amplio espacio seguirá protagonizando el apartado interior de los vehículos y el rediseño estético implica nuevas decoraciones en las cuatro puertas, así como otras modificaciones enla salida de aire del salpicadero, los instrumentos y el panel de control manual del aire acondicionado.
Uno de las actualizaciones más importantes llega en el corazón de ambos modelos. Es el nuevo motor de tres cilindros 1.0 TSI, que sustituye al 1.2, otorgando a la nueva versión mayor agilidad y eficiencia.
DESPIECE MOTORES (DOS POTENCIAS)
En cuanto a la mejora tecnológica nos encontramos con un punto de acceso WLAN, que permitirá estar siempre conectado, con la inclusión de servicios de infoentretenimiento online y de Care Connect. En el Skoda Rapid se incorporan, además, dos puertos USB en la parte trasera, siguiendo la línea característica de la marca ‘Simply Clever’. Otros accesorios sutiles y opcionales pueden ser incluidos en el vehículo, como un rascador de hielo en la tapa del carburante o alfombrillas reversibles en el maletero.