Un empate entre lamentos

Tenerife y Almería firmaron un empate sin goles y casi sin fútbol en el Heliodoro. El punto no le sirve a los locales, que se despiden de sus pocas opciones de ascenso y le resulta algo más útil a los andaluces, aunque los visitantes se fueron lamentando la ocasión fallada por Nano con el tiempo cumplido, cuando no aprovechó el gol que le regaló Alcaraz. 

En un partido sin ritmo, el Tenerife tardó media hora en enchufarse y nunca se metió de lleno en el choque. Asustó a René en un cabezazo alto de Casadesús (11') y un remate desviado de Suso (21'), pero generó poco juego en un trámite que se consumió entre interrupciones, faltas tácticas, amagos de lesión, pérdidas de tiempo, jugadores atendidos...  

Hubo de todo, menos fútbol. El Almería salió con la idea de especular y esperar algún error local, pero cuando se produjo, Hicham (19') remató, inocente, a las manos de Dani. Eso sí, el grupo de Fran Fernández apenas presionó arriba, esperó con los once jugadores en campo propio y obligó al Tenerife a un juego posicional, con balón pero sin espacios, que no domina.  

En un encuentro trabado, sólo Milla aportó claridad. El balón mejora cuando pasa por sus pies y, a partir de su criterio, el Tenerife fue inclinando la cita a su favor. Eso sí, al descanso se llegó sin goles porque Varón Aceitón anuló un tanto a Carlos Ruiz (39') por presunto fuera de juego y no señaló unas manos en el área visitante tras un centro de Camille (45'). 

Un disparo de Milla (42') que se fue fuera por poco fue la mejor opción blanquiazul previa al intermedio ante un Almería que se estiró poco, pero nunca se desordenó. Tampoco lo hizo tras el descanso, cuando Etxeberria agitó el partido al dar entrada a Malbasic por Alberto y retrasar a Casadesús y Acosta. Ni así se abrió el partido. 

La teoría decía que el Tenerife ganaba fútbol combinativo y remate con los cambios, pero la realidad es que apenas inquietó a René. Un remate de Malbasic (71') que se fue por centímetros fue su mejor opción, mientras que Fidel, Motta y Alcaraz exigieron a Dani en una cita que sólo cambió tras la expulsión de Acosta, que dejó a Almería en superioridad. 

Con un jugador más y un cuarto de hora por jugar, por fin se estiró el Almería, que pudo marcar en un remate a placer de Pozo (82') que desvió Aveldaño. A cambio, el Tenerife también tuvo sus opciones en un remate de Suso (78'), mientras la grada, con el arbitraje de Díaz de Mera aún reciente, reclamó penalti en una caída de Malbasic (83'). 

Y luego, en la última acción del partido, Alcaraz se recorrió el campo, burló la salida de Dani y le regaló el gol a Nano, que se entretuvo en exceso y, cuando remató, se encontró con una buena respuesta de Dani, que había regresado a la portería. Hubiera sido demasiado premio para un equipo que se defendió bien, pero careció de ambición.