Un subcampeonato sin premio

Luis Padilla nos recuerda este jueves, el año en el que el CD Tenerife quedó subcampeón en Segunda División y se quedó sin ascender de categoría

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Una plaza de ascenso directo a Primera División y dos de promoción de ascenso. Esos eran los premios que daba cada uno de los dos grupos de Segunda División y con un sexto puesto como mejor clasificación en los cuatro cursos en las que había militado en la categoría de plata, siempre en el Grupo Sur, el Tenerife nunca se había acercado a la zona de privilegio. Con proyectos de cantera daba para lograr solventes permanencias... pero no para más. Además, una ampliación de la categoría a veinte equipos por grupo, que se corrigió de inmediato al aumentar el número de descensos, había hecho que el Tenerife coqueteara con el peligro.

De cara al curso 57-58 se mantenía la amenaza: 18 equipos, con cuatro plazas de descenso y dos de promoción de permanencia. Con el general Lorenzo Machado en la presidencia y el técnico catalán José Espada en el banquillo, el Tenerife prescindió de los veteranos Lozano, Isal y Perla para acometer una fuerte inversión en fichajes con un resultado desigual: el portero Santi (Granada), el central Miranda (Badajoz), el lateral Pérez Andreu (Granada) y el extremo Antó (Sabadell) fueron titulares, mientras que el medio Lolo (Valladolid) tuvo un aceptable protagonismo y el delantero Roth (Hércules), que llegó en noviembre, jugó poco.

Por contra, el portero Ortega (Jaén) y el extremo Fausti (Eldense) ni debutaron. Y tampoco tuvieron muchos minutos ese curso el juvenil Evaristo o dos 'perlas' del Real Unión como García y Álvaro, aunque, con el tiempo, este último sería fijo como lateral izquierdo. En todo caso, el Tenerife 57-58 cerró el curso como subcampeón del Grupo Sur de Segunda División por detrás del Betis, que logró la plaza de ascenso. ¿Algún problema? Se habían suprimido las plazas de promoción de ascenso y el segundo y el tercer clasificado no tenían premio. Había que ser campeón y, aunque el Tenerife estuvo cerca, no logró el título.

Y eso que empezó bien el curso, ayudado por un calendario favorable: jugó como local nueve de sus doce primeros partidos y fue líder siete jornadas. Era un liderato ficticio, pues perdió en sus ocho primeras salidas... hasta que intervino el general Machado: en la segunda vuelta, en medio de un triple desplazamiento a Cádiz, Jerez y Córdoba, que obligaba a la expedición blanquiazul a estar casi veinte días de viaje, ordenó a su vicepresidente Perera que volara a Jerez con el delantero Antonio y le transmitiera al entrenador Espada una orden muy precisa: “Julito y Antonio deben jugar el domingo”. Y así se hizo.

Ante el Jerez, Lolo y Roth dejaron su sitio a Julito y Antonio y el Tenerife 57-58 sumó su primer punto (1-1) como visitante. Y luego empató (1-1) en Córdoba con gol de Julito. Y como ganó (1-2) en Huelva y apenas falló en el Heliodoro, en la antepenúltima jornada era segundo, a dos puntos del líder Betis. La lesión de Juan Padrón y una injusta derrota en Badajoz (1-0) acabaron con un que dejó para la historia un subcampeonato (sin premio) y un 'once tipo' formado por: Santi; Tosco, Miranda, Pérez Andreu; Villar, Padrón; Tomás, Julito, Antonio, Herrera y Antó. Y el optimismo no se redujo de cara al curso 58-59.

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Alineación del CD Tenerife, temporada 57-58

Recuperadas las plazas de promoción de ascenso, el Tenerife recordó que “lo que funciona, no se toca”: los delanteros catalanes Mon y Bellés apenas jugaron y el portero Serrés ni debutó. La novedad fue el defensa Felipe Alberto, hijo del mítico masajista Rogelio Alberto, que ya había jugado algún partido en el curso 57-58. Y se promovió al defensa palmero Arias, que apenas jugó en los tres años que estuvo en el Tenerife y disputó más de trescientos partidos en doce temporadas en el Málaga. También jugó poco el delantero Ángel Galán en el Tenerife o el Hércules... pero destacaría como director de la oficina principal de CajaCanarias.

¿Qué ocurrió? Había promoción... pero el Tenerife acabó cuarto. Aunque eso se contará en un próximo capítulo.