ACANAE echa en falta formación para el profesorado en acoso escolar

La Asociación Canaria No Al Acoso Escolar defiende que el protocolo antibullying es una herramienta bastante completa, pero el profesorado necesita formación para activarlo

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Hay muchos casos de acoso escolar que no llegan hasta los responsables del centro y provocan problemas aún mayores. /Efe
Hay muchos casos de acoso escolar que no llegan hasta los responsables del centro y provocan problemas aún mayores. /Efe

Para hacer frente a los datos de acoso escolar en los centros educativos del Archipiélago el Gobierno de Canarias pondrá en marcha la figura del coordinador para la convivencia del alumnado. Sin embargo, la Asociación Canaria No Al Acoso Escolar (ACANAE) pide más formación antiacoso para el profesorado de los centros.

Según datos aportados por la Consejería de Educación, en el curso 2020-21 se abrieron 347 expedientes de posible caso de bullying, de los que se confirmaron 79. En el último curso los expedientes llegaron a los 305 y también se confirmaron 76.

Protocolo antibullying 

Lorena Martín, presidenta y fundadora de ACANAE, asegura que el protocolo antibullying puesto en marcha por la Consejería de Educación “es una herramienta bastante completa y está demostrando que, si se aplica de manera correcta y en los tiempos adecuados, funciona bastante bien y se logra frenar el acoso”. No obstante, el problema al que se han enfrentado desde su asociación es la formación del profesorado para saber cuándo activar y cómo usar dicho protocolo.

Ángela Martín, psicóloga clínica, aclara que para detectar los casos de acoso es necesario “estar más presentes”. Cuando un niño no va contento a clase, cambia sus pautas, no quiere salir o relacionarse con los compañeros de colegio, le cuesta dormir y manifiesta determinados tipos de sintomatologías para intentar evitar ir al colegio, “esto debería poner en alerta a familiares y centros porque son indicativos a tener en cuenta”, afirma.

 En el curso 2020-21 se abrieron 347 expedientes de posible caso de bullying. /Efe
 En el curso 2020-21 se abrieron 347 expedientes de posible caso de bullying. /Efe

El papel del centro

“Sufrir acoso y violencia en la infancia es un factor de riesgo para la conducta suicida”, explica la psicóloga. Por ello, declara que tanto los profesores como los responsables del centro educativo “tienen que estar atentos y no pasar por alto ningún tipo de gesto o comportamiento, no se puede seguir interpretando la violencia como un juego de niños o reír gracias que realmente no lo son”.

Ambas exponen que es necesario educar hacia la empatía, la colaboración o la cooperación para que los niños se integren en el sistema educativo. Además, “es necesario que la figura del coordinador para la convivencia debe acompañar a niños y adolescentes y presentarse de tal forma que no les de vergüenza pedir ayuda a un adulto”, asegura la presidenta de ACANAE.

Adultos con traumas

La psicóloga clínica trabaja con adultos que han vivido las experiencias del bullying a lo largo de toda su vida. “Las personas que llegan a mi consulta son personas rotas”, afirma. Además, explica que los niños que son sometidos a situaciones de violencia en la infancia viven situaciones de estrés muy intensas que no saben resolver y que producen “un efecto a nivel cerebral”.

Con respecto a los protocolos de actuación existentes en los centros, asume que hay muchos casos en los que no está siendo muy efectivo. “Hay que empezar a trabajar a un nivel social porque el acoso es un reflejo de lo que está pasando también en nuestra sociedad”. Asegura que ningún protocolo va a ser del todo efectivo. Por su parte, la presidenta de ACANAE explica que “hay muchas denuncias que se quedan por el camino, aunque la gente va teniendo cada vez más conciencia del problema”, declara.

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