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Persona sujeta las llaves de su casa. /AH

Acceder a un hogar y empadronarse: el doble reto que enfrentan las personas migrantes

El CEDRE denuncia que son frecuentes los casos en que se deniega el padrón o se exigen documentos no previstos en la normativa, dejando a estas personas en una situación de extrema vulnerabilidad

La discriminación étnico-racial sigue siendo una de las principales barreras que enfrentan las personas migrantes, no solo para acceder a una vivienda digna, sino también para lograr algo tan básico como empadronarse. 

Así lo denuncia el Consejo para la Eliminación de la Discriminación Racial o Étnica (CEDRE), que recoge, en su Memoria Anual del Servicio de asistencia y orientación a víctimas de discriminación, las trabas administrativas como un motivo de denuncia. 

Acceso a la vivienda

Las personas migrantes y pertenecientes a minorías étnicas se encuentran con un auténtico muro cuando intentan alquilar o comprar una vivienda. Según datos recogidos por el CEDRE, el 27,5 % de las potenciales víctimas denuncian que no se les alquila por su origen, y otro 24 % asegura que se les exigen requisitos extraordinarios o excusas para evitar formalizar contratos.

Además, muchos propietarios e inmobiliarias recurren a cláusulas abusivas, subarriendos precarios o incluso fraudes. El informe Se alquila. Racismo inmobiliario, elaborado por Provivienda, destaca que cada vez más y más inmobiliarias, hasta el 99%, cometen prácticas racistas.

Trabas adminitrastivas

Pero el problema no termina con la vivienda. Una vez consiguen un techo, muchas personas migrantes se topan con otro obstáculo crucial: el empadronamiento. Este trámite administrativo es esencial para acceder a derechos básicos como la sanidad, la educación o ayudas sociales.

Sin embargo, según el CEDRE, son frecuentes los casos en que se deniega el padrón o se exigen documentos no previstos en la normativa, dejando a estas personas en una situación de extrema vulnerabilidad.

El problema se agrava en el caso de quienes viven en infraviviendas o asentamientos informales. La falta de padrón impide la regularización de su situación administrativa y refuerza un círculo de exclusión social que afecta directamente a su salud, seguridad y acceso al empleo.

Medidas urgentes

Frente a este panorama, el CEDRE propone medidas urgentes como la creación de una Autoridad Independiente que vele por la igualdad de trato, la aplicación efectiva de la Ley 15/2022 para sancionar la discriminación tanto en la vivienda como en el empadronamiento, y la formación específica a fuerzas de seguridad y operadores jurídicos.

Asimismo, se subraya la necesidad de garantizar el empadronamiento sin trabas, especialmente para quienes viven en condiciones precarias, y de asegurar que los servicios sociales, y no la policía, sean quienes gestionen las comprobaciones de domicilio.

El CEDRE también reclama reforzar las políticas de vivienda pública y asequible, priorizar a los colectivos históricamente discriminados y crear alternativas dignas para quienes viven en asentamientos.