El director del Servicio Canario de Salud, Adasat Goya, reconoció este viernes en una entrevista en RTVC que el Hospital Universitario de Canarias (HUC) no tiene garantizado actualmente el suministro eléctrico: "Es una una realidad, no lo habíamos hecho público con anterioridad porque reentendíamos que podíamos crear alarma social".
Sin embargo, "en breve tendremos garantía del 100%, con la instalación que se está procediendo a hacer en estos días", afirma Goya, que lleva dos meses como director, tras el cese de Carlos Díaz, pero fue gerente del HUC durante los últimos dos años: "Podemos respirar y empezar a estar tranquilos, que era una de mis principales preocupaciones".
Funcionando al 120%
Afirma que ha en su eincorporación se encontró el centro funcionando “al 120% de su capacidad de suministro eléctrico y sin ningún plan estratégico de renovación". La transformación energética, dice, "es muy complicada, de hecho, al no haber habido plan, los técnicos son bastante reticentes a hacer una renovación".
No obstante, el director del SCS afirmó que se ha avanzado en una solución y que ya se han recibido la tecnología que permitirá garantizar la estabilidad eléctrica del hospital. “Sin suministro eléctrico no podemos hacer absolutamente nada. Era lo primero que había que abordar, y ahora ya empezamos a ver la luz al final del túnel”, indicó.
Goya anunció además que está en marcha un plan de climatización y renovación por plantas, que obligará a cierres temporales durante la instalación debido a la complejidad técnica y al impacto sobre la estabilidad del edificio. “No es algo con solución inmediata, pero ya existe un proyecto definido y estamos en fase de redacción para sacar adelante las licitaciones en los próximos meses”, adelantó.
"Falta de previsión"
Goya explicó que esta situación es consecuencia de una “falta de previsión absoluta” en las últimas remodelaciones del centro. Según detalló, en 2019 se licitó un proyecto de climatización y renovación de las instalaciones, con una empresa adjudicataria y presupuesto asignado, pero la gerencia anterior decidió no ejecutar la obra. Además, con la llegada de la pandemia se priorizó la inversión en tecnología, “sin un plan de ajuste del suministro eléctrico”.
Esa decisión llevó al hospital “al borde del caos energético”, con riesgos que, según el responsable sanitario, llegaron a afectar parcialmente a la actividad asistencial: “Tuvimos un pequeño problema en fin de semana, que pasó desapercibido porque muchas instalaciones no estaban en uso, pero el riesgo era real. La parálisis podía afectar desde quirófanos a determinadas zonas”.
