Alertan de muertes de animales por sustancias tóxicas en diferentes puntos de Tenerife

Aunque la zona metropolitana aglutina un gran número de casos, esta práctica no es ajena a ningún municipio

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El maltrato animal sigue siendo noticia en Tenerife. Ante los recientes casos de envenenamiento con resultado de muerte de numerosos animales en la Isla, particulares y asociaciones protectoras aúnan esfuerzos para dar a conocer los principales puntos donde se deben extremar las precauciones. 

Aunque la zona metropolitana aglutina un gran número de casos, esta práctica no es ajena a ningún municipio, con episodios dispersos por toda la geografía insular.

En la capital tinerfeña, concretamente en la zona que abarca desde el Mercado de Nuestra Señora de África y la populosa Tomé Cano, existen dos casos recientes. Uno de ellos, que había sido recientemente adoptado en una protectora de la isla, falleció sin margen para acceder a ningún tipo de ayuda veterinaria.

Técnicos de Medio Ambiente de Santa Cruz de Tenerife están inspeccionando la zona para localizar y erradicar dicha sustancia venenosa.  Sus restos implican un serio peligro no solo para los animales, sino para cualquier ciudadano, especialmente para los más pequeños, propensos a tocar y llevarse a la boca cualquier materia peligrosa.

El populoso parque de La Granja, también ubicado en la capital tinerfeña, es otro de los focos habituales de animales afectados por sustancias tóxicas, al que se suma el barrio de San Andrés, con multitud de gatos y aves envenenados.

En La Laguna son conocidos los sucesos similares acaecidos en el barrio de El Rocío y el área cercana al barranco de Santos, donde los vecinos han alertado en numerosas ocasiones de la presencia de perros afectados o fallecidos. 

El resto de la Isla tampoco se escapa de esta práctica, aunque en las zonas rurales los cadáveres no se encuentran porque la mayoría pierden la vida en zonas no accesibles. 

Con respecto a zonas naturales más transitadas, se han detectado episodios en varios municipios sureños, especialmente en Güímar, además de en áreas de las vertiente norte pertenecientes a La Matanza y La Orotava. En estos enclaves, el envenenamiento tiene otros peligros como la afección a especies contra las que no va dirigido el producto químico, como árboles o plantas endémicas. 

Los amantes de los animales recuerdan que se trata de una muerte muy dolorosa por lo que recomiendan extremar las precauciones y prestar atención a las personas sospechosas para su denuncia a las autoridades.

Yahaira Thovar (Adepac): “Lo que más miedo da es que cualquiera puede hacerlo”

La presidenta de la Asociación de Defensa y Protección de Animales en Canarias (Adepac) y portavoz de la Plataforma Contra el Maltrato Animal (PMA), Yahaira Thovar, insiste en que “lo que más miedo da es que cualquiera puede hacerlo”. 

A su juicio, se trata en la mayoría de los casos de venganzas por rencillas personales, a veces por supuestas molestias ocasionadas por las mascotas, así como por fobias o, simplemente, intransigencia.

“Actualmente existe una muy mala regulación en este sentido y cualquiera puede adquirir veneno”, señala Thovar. Las asociaciones animalistas llevan años solicitando un endurecimiento de las penas previstas en el Código Penal para quienes maltraten animales, aunque de momento no se ha conseguido este fin.