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Talas en la zona de Ravelo, Tenerife. / CEDIDA - AH

Algunas zonas afectadas por el incendio de Tenerife podrían tardar más de 50 años en recuperarse

En ubicaciones como Ravelo se han producido numerosas talas de pino radiata, ya que en pie suponen un peligro por su riesgo de caída

Una de las imágenes que jamás se podrá borrar de la retina de los canarios en los últimos años es cómo el fuego arrasó más de 12.000 hectáreas en la isla de Tenerife, llevándose consigo todo tipo de especies forestales. En algunas zonas, la recuperación podría tardar incluso más de 50 años.

Aunque la reforestación masiva esperada no ha comenzado por el déficit hídrico del 2024, en muchas zonas reina un destacado rebrote de pino canario, así como de especies de fayal-brezal gracias a la eliminación del pino radiata, según cuenta a Atlántico Hoy el ingeniero forestal de Fénix Canarias, Roberto Castro.

La recuperación trajo consigo terminar de erradicar dicha especie de pinar, con la que se repoblaron 2.000 hectáreas en la isla el siglo pasado. Actualmente estos árboles quedaron afectados gravemente durante el fuego, por lo que pueden desplomarse de repente y causar daños. Las talas en zonas como Ravelo, con un paisaje lejos de su habitual frondosidad que sorprende a vecinos y visitantes, son para la reconversión en monteverde y pinar canario, como estaban originalmente.

Situación actual

Castro explica que aunque muchos pinares de Tenerife distan de ser un ecosistema de pinar naturalizado, “sí se puede decir que el pino se ha empezado a recuperar porque hay bastante rebrote” aunque en cuanto al ecosistema de sotobosque “queda bastante tiempo para que vuelva al estado en el que se encontraba antes del incendio, y aun así no será un sotobosque de pinar genuino porque seguimos teniendo unos pinares muy artificiales”, asegura.

Lo que sí se puede apreciar en zonas de pinar radiata “es el rebrote de muchas especies de fayal-brezal con muchísima fuerza porque ya no están esos ejemplares arbóreos encima dándoles sombra, y por lo tanto están creciendo con mucho vigor”, apunta.

Condiciones meteorológicas

Ante un incendio de estas características hablar de recuperación es algo incierto. “Hay zonas donde se puede tardar más de 50 años, porque son muy complicadas. En otras, en cinco, 10 e incluso 15 años podemos ver cierta recuperación, pero este rango de tiempo puede superar esos 50 años. Ya veremos si el retamar tiene esa capacidad, sobre todo en las condiciones actuales de cambio climático, que son cada vez más duras”, estima.

Castro resalta que, aunque los ejemplares adultos de pinar volvieron a brotar y son capaces de sobrevivir a condiciones fuertes, “sí que ha habido un déficit hídrico importante” y una señal de ello es “el retraso en las repoblaciones por la falta de lluvia en el mes de diciembre”. De esta manera insiste en que estas deberían realizarse a más tardar en el mes de enero.

¿Qué pasa con el pino radiata?

La plantación del pino radiata tuvo lugar entre finales de los años 40 y principios de los 70 con el objetivo de “un aprovechamiento industrial” que actualmente “supone un problema para la seguridad de las personas y para el medioambiente debido a su fragilidad y por ser una vegetación muy inflamable”, según informó el Cabildo insular. Llegaron a plantarse unas 2.000 hectáreas principalmente en zonas naturales de monteverde.

En los montes de Tenerife se están realizando actualmente una serie de trabajos para sustituir el pino radiata existente, unas 300 hectáreas, con labores de corte en el entorno de senderos y caminos así como restitución en zonas afectadas con especies de monteverde y pino canario.