El teniente coronel Antonio Tejero, de 93 años, encuentra en estado crítico en Valencia tras haber recibido la extremaunción. Miembros de la familia han rectificado la información de su fallecimiento, publicada esta mañana en diversos medios, aunque, según el diario El Mundo, el guardia civil que fue el líder del intento de golpe de Estado de1981, se encuentra "clínicamente muerto".
Nacido el 30 de abril de 1932 en Alhaurín el Grande (Málaga), Antonio Tejero ingresó en la Academia General de Zaragoza a los 19 años. Su primer destino fue Manresa, desde donde pasó a La Cañiza, en Pontevedra. Desde allí fue destinado a Vélez-Málaga y Canarias. Exteniente coronel de la Guardia Civil y cabecilla del fallido golpe de Estado del 23-F, Tejero pasó a la historia como el hombre que irrumpió armado en el Congreso de los Diputados en 1981.
Antes de aquel episodio que marcó la Transición, Tejero estuvo destinado en Las Palmas de Gran Canaria, donde protagonizó un enfrentamiento que muchos vecinos aún recuerdan. Era 1966, y en el barrio de Tenoya, un grupo de lavanderas y vecinas decidió plantar cara a la Guardia Civil. La Heredad de Aguas del Valle de Tenoya había decidido entubar la acequia que cruzaba el pueblo, privando a las familias de un recurso esencial para el lavado de ropa en una época sin agua corriente ni lavadoras en los hogares canarios.
Destinado en Canarias
Acompañadas por el abogado y futuro diputado Fernando Sagaseta, las mujeres se organizaron para protestar contra lo que consideraban un atropello. Al frente del dispositivo policial que acudió para imponer la orden estaba el entonces comandante Antonio Tejero, jefe de la Guardia Civil en Las Palmas. El encuentro derivó en un tenso enfrentamiento entre las vecinas y los agentes, con el barrio entero volcado en la defensa del acceso al agua.
Aquel episodio, rescatado en crónicas locales y testimonios vecinales, retrata el carácter autoritario que marcaría la carrera posterior del militar. Años más tarde, en 1981, su nombre quedaría asociado para siempre al 23-F, cuando entró en el Congreso de los Diputados al frente de un grupo de guardias civiles armados, interrumpiendo la sesión de investidura de Leopoldo Calvo-Sotelo.
Golpista reincidente
Su historial disciplinario ya era polémico antes del 23-F. En 1978 fue condenado por su implicación en la llamada Operación Galaxia, un intento frustrado de golpe de Estado, por el que cumplió siete meses de prisión. Pese a ello, continuó en el cuerpo y mantuvo contactos con militares descontentos con la evolución política del país tras la muerte de Franco.
El 23 de febrero de 1981, Tejero encabezó un grupo de guardias civiles armados que irrumpieron en el hemiciclo del Congreso durante la votación de investidura, tomando como rehenes a diputados y miembros del Gobierno. Su acción buscaba frenar el proceso democrático y devolver protagonismo a los sectores más reaccionarios de las Fuerzas Armadas. El intento fracasó tras la intervención televisada del rey Juan Carlos I, que reafirmó su apoyo a la Constitución.
Condena y retiro
Tejero fue condenado en 1983 a 30 años de prisión por rebelión militar, aunque cumplió 15 antes de obtener la libertad condicional en 1996. Desde entonces, vivió alejado de la vida pública y apenas concedió declaraciones, manteniéndose fiel a su visión del episodio que lo convirtió en uno de los nombres más controvertidos de la Transición.
