El Cabildo de Tenerife ha informado de que se han retirado más de 100 toneladas de residuos de plantas exóticas invasoras de los espacios naturales protegidos de la isla en los nueve primeros meses de 2022. Unas 38 toneladas han sido trasladadas al Complejo Ambiental de Arico, mientras que otras 63 han quedado en el terreno, un material que se reincorpora al medio para favorecer su recuperación y evitar el empobrecimiento del suelo.
El personal de campo dedicado a las labores de control y erradicación está compuesto en 2022 por más de cincuenta trabajadores de campo, divididos en cuadrillas de cinco personas. En cuanto al personal de coordinación técnica lo forman una ingeniera forestal, un biólogo, un técnico de apoyo a la producción y un capataz sin cuadrilla. Las cuadrillas se distribuyeron por toda la geografía insular.
Amenaza para la biodiversidad
Isabel García, consejera insular del área de Medio Natural, ha informado en un comunicado de que aún quedan meses de trabajo y ha precisado que aunque la política de erradicación y control va dando resultados, "las plantas invasoras siguen siendo una grave amenaza para los espacios protegidos y para la biodiversidad insular". El Cabildo recomienda a la población usar especies provenientes de comercios y viveros autorizados y desconfiar de las vistosas flores que crecen en bordes de caminos y solares, así como de las que ofrecen amigos y familiares.
Entre la vegetación retirada, destacan 28.829 kilos de residuos de plumacho argentino (Cortaderia selloana) y 17.220 kilos de Crassula multicava, de los cuales 10.290 se han gestionado en compostaje en Anaga y 6.930 han sido llevados al llevados a vertedero. El rabo de gato es la tercera planta sobre la que más se ha actuado recogiéndose un total de 16.445 kilogramos y actuando en una superficie de casi mil hectáreas. Las actuaciones consisten en general en el arranque manual con pequeñas herramientas de los ejemplares de especies exóticas invasoras y puntualmente se han utilizado desbrozadoras y motosierras. Se siguen protocolos y criterios técnicos para minimizar la dispersión de propágulos tanto durante la extracción de los ejemplares, como en el traslado de los materiales a los gestores finales del residuo.