En un contexto de creciente preocupación por los efectos de las calimas de polvo sahariano en la calidad del aire, el Gobierno de Canarias, a través de la Consejería de Transición Ecológica y Energía, y la Agencia Estatal Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), han suscrito una adenda modificativa al convenio firmado en 2022 para la creación del Laboratorio de Calidad del Aire de Canarias.
Desde la firma inicial del convenio en 2022, las calimas han aumentado en intensidad, con concentraciones de partículas PM10 superando en ocasiones los límites máximos establecidos por la normativa europea (200 μg/m³ en un promedio de 24 horas).
Ante esta realidad, el CSIC y el Gobierno de Canarias han decidido actualizar el marco de colaboración para incluir nuevas actividades de evaluación de equipos, análisis de datos y desarrollo de metodologías que permitan diferenciar entre partículas de origen natural y antropogénico.
Modificaciones
La adenda contempla ajustes en dos áreas principales
Por un lado una reorganización Financiera. La redistribución de los recursos financieros se refleja en una nueva tabla de aportaciones económicas, con una inversión total de 2,4 millones de euros hasta 2026.
Esta reorganización busca asegurar un desarrollo más eficiente del proyecto, especialmente en lo que respecta a la adquisición de equipamiento, personal y gastos operativos.
Por otra parte, la actualización de las actividades científicas, ampliando el alcance del proyecto con nuevas actividades: la evaluación y calibración de equipos de calidad del aire, la reconstrucción de datos en situaciones de saturación de analizadores y el desarrollo de metodologías para identificar componentes naturales y humanas en partículas PM10 y PM2.5.
Muestras en ubicaciones estratégicas
Además, se realizarán más de 3.000 muestras en ubicaciones estratégicas como La Graciosa, Fuerteventura, y áreas urbanas de Gran Canaria y Tenerife.
El laboratorio no solo busca mitigar los efectos locales de las calimas, sino también posicionar a Canarias como un referente en el estudio de aerosoles y partículas en suspensión. Los resultados de este proyecto podrían tener aplicaciones globales en el estudio de la contaminación atmosférica y el cambio climático.
Como parte del compromiso de ambas entidades, el proyecto no solo avanza en la investigación científica, sino que también refuerza la capacidad técnica y operativa de Canarias para afrontar los retos ambientales del futuro.
