Canarias, protegida por su ubicación ante terremotos como el de Marruecos

2.497 personas han muerto y más de 2.000 han resultado heridas en el país africano después de que un terremoto de magnitud 7 sacudiera varias ciudades | El temblor se sintió en algunos puntos del archipiélago

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Mapa de las placas tectónicas, Canarias se ubica en la Africana / INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL
Mapa de las placas tectónicas, Canarias se ubica en la Africana / INSTITUTO GEOGRÁFICO NACIONAL

La madrugada del viernes 8 de septiembre se produjo un terremoto de magnitud 6,8 en Marruecos, a unos 18,5 kilómetros de profundidad y con un epicentro que se sitúa a 63 kilómetros al suroeste de Marrakech, en dirección hacia la costera Agadir. Esa misma noche, la Red Sísmica del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), registró incidencias por el seísmo que fue ligeramente sentido en el archipiélago. 

El terremoto fue localizado a lo largo de la Cordillera del Atlas, entre las ciudades de Marrakech y Agadir y ha dejado 2.497 fallecidos y más de 2.000 heridos. “Canarias pertenece a la misma placa que Marruecos —la africana—, pero los terremotos no ocurren porque se pertenezca a una placa, sino porque están asociados a un borde de la misma”, explica Itahiza Domínguez, sismólogo del Instituto Geográfico Nacional (IGN). 

Las placas tectónicas

Las placas chocan y se forman cordilleras o fallas “que dan lugar a terremotos en zonas como Japón, Chile, Indonesia… Allí se dan los grandes terremotos”, continúa. En el caso de Marruecos, el país se encuentra cerca del borde de la placa africana y la euroasiática, al igual que el sur de la Península. “Aunque es verdad que este terremoto fue un poco más al sur de lo que suelen ser los seísmos grandes en Marruecos, parece que está asociado a una falla geológica que hay ahí”. 

Canarias, sin embargo, está mucho más alejada del borde de la placa y, por lo tanto, no es esperable un terremoto de esa magnitud. “No existen fallas de ese tamaño reconocidas ni ha habido terremotos históricos previos en los últimos 500 años que lleguen a ese nivel, por tanto, no es esperable que se produzca algo así”, expone Domínguez. 

Respecto a la placa sudamericana y la africana, en mitad del Atlántico, no están chocando. “Al revés, se están separando y, por eso, hay una cordillera en mitad del océano donde también hay terremotos”. Azores están en el límite de estas plazas, “ahí sí puede haber seísmos importantes y, el mayor peligro es que se genere un tsunami, algo que ya ocurrió en 1755 con el terremoto de Lisboa, pero es poco probable”, tranquiliza el experto. 

Cómo trabaja el IGN

Para mantener el control de los movimientos sísmicos, “existe una red nacional que se dedica a localizar y caracterizar la sismicidad que ocurre en el territorio español y en zonas circundantes como el norte de áfrica o el Atlántico”, afirma Domínguez. Con esto se elaboran mapas de peligrosidad a los que se añaden “los datos que se tienen del pasado sobre terremotos históricos que hayan ocurrido y así conocer con cierta probabilidad lo que puede pasar en el futuro”. En esos mapas se pueden ver las zonas con mayor peligrosidad dentro de España y, en consecuencia, “se elabora la norma sismorresistente —se tiene que seguir y construir en función de la peligrosidad sísmica que exista—. “El sur de la Península, la zona de Granada, es la que mayor peligrosidad sísmica tiene y es donde la norma es más restrictiva para que los edificios resistan mejor los terremotos”. 

En comparación con la ciudad andaluza, Canarias está a un nivel relativamente bajo. En el archipiélago la sismicidad más preocupante es la producida por erupciones volcánicas porque “suelen ocurrir dentro de la isla y los terremotos se dan cerca de la superficie llegando a generar cierta destrucción”, concluye Itahiza Domínguez.

Mapa de peligrosidad sísmica / IGN
Mapa de peligrosidad sísmica / IGN

Probabilidades

Según Involcan, "la investigación sismológica en las últimas décadas nos ha proporcionado herramientas estadísticas muy útiles para estimar la probabilidad que en un lugar determinado pueda ocurrir una sacudida sísmica suficientemente fuerte para causar daños". Por tanto, "si consideramos el catálogo sísmico de España en los últimos 1.000 años, vemos que han ocurrido por lo menos 27 terremotos muy fuertes; dígase con una intensidad igual o superior a VII en la escala Mercalli. Eso permite establecer que las probabilidades que ocurra un terremoto muy fuerte en la España peninsular para los próximos 50 y 100 años sean del 74% y 92%, respectivamente", expone. 

"Por otro lado, si consideramos la sismicidad de Canarias en los últimos 475 años, las probabilidades que ocurra un terremoto de intensidad igual o superior a VII en los próximos 50 y 100 años son del 52% y 81%, respectivamente". La diferencia de medición entre la escala de Mercalli y la de Ritcher es que la primera interpreta la intensidad basada en las infraestructuras humanas dañadas por el seísmo, mientras que la otra mide la energía liberada por el movimiento. 

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