Canarias tendrá sequías más duras y duraderas a final de siglo, especialmente en otoño y en altitud

Un estudio ha concluido que estas sequías podría reducir de manera severa el rendimiento de los cultivos y afectar a otros sectores económicos de las islas

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Un paraje afectado por sequías./ ARCHIVO
Un paraje afectado por sequías./ ARCHIVO

Las sequías en Canarias a finales de este siglo, a raíz de los efectos de la crisis climática, serán considerablemente más largas y severas, "empeorando significativamente con la altitud", y será el otoño la época con peores perspectivas.

Esta es la principal conclusión de un estudio publicado en la revista "npj Climate and Atmospheric Science", del grupo Nature, titulado "El impacto desigual del cambio climático en la sequía en zonas de elevación en Canarias" y que analiza las proyecciones climáticas de la sequía y la aridez, tanto espacial como estacionalmente, a finales del siglo XXI, con especial atención a las zonas de altura.

Afectará a los cultivos

La investigación, en el que participan científicos de instituciones como la Universidad de La Laguna, la Universidad de Pensilvania (EEUU) o el Instituto Tecnológico de Energías Renovables, también alerta de cómo las sequías proyectadas pueden afectar a la siembre de cultivos y a la gestión de la reforestación.

También se espera un aumento del índice de sequía meteorológica durante la primavera, afectando a la temporada de crecimiento de los productos agrícolas, lo que podría reducir de manera severa el rendimiento de los cultivos.

Impacto en distintos sectores

La sequía, apunta el estudio, tiene por tanto un impacto socioeconómico en dos sectores vitales de las islas: el turismo y la agricultura, así como en el ecosistema, ya que estos periodos prolongados de sequía acentuarán otro tipo de peligros, como los incendios.

Respecto al turismo, se hace hincapié en los efectos de la sequía en las islas orientales, donde se destaca que, aunque el desarrollo turístico ha impulsado la instalación de plantas de desalinización de agua de mar, pese a los costos económicos asociados a la demanda de energía, serán los ecosistemas de estas islas los que sufran especialmente esta cuestión.

"Las plantas de desalinización pueden seguir ayudando a mitigar los efectos de la sequía en los sectores económicos, a costa de una menor rentabilidad, pero los ecosistemas son más vulnerables a este peligro", se detalla en las conclusiones.

Importancia de la lluvia horizontal

La investigación también aborda la importancia de la lluvia horizontal en el mantenimiento de los bosques, especialmente durante los meses de verano.

Como ejemplo, señalan que la contribución media anual de agua a la superficie del suelo por nieblas impulsadas por el viento, medida en la zona forestal de La Gomera, fue de 251-281 litros por metro cuadrado, mientras que la lluvia anual fue entre 635 y 1.088 l/m2.

Limitar la evapotranspiración

Además, los investigadores señalan que esta presencia de nubes en laderas de barlovento también ayuda a limitar la evapotranspiración, el proceso por el cual las plantas liberan agua al aire en forma de vapor y se pierde en la superficie de la tierra debido a la evaporación.

Este aspecto, añaden, no se ha estudiado en este artículo, si bien los expertos apuntan la necesidad de que las proyecciones futuras analicen si el cambio climático afectará la frecuencia, altura y fuerza de la lluvia horizontal.

Interacción océano-tierra y orientación de las pendientes

Asimismo, añaden, procesos relacionados con la interacción océano-tierra o la orientación de las pendientes, a favor o en contra de los vientos alisios predominantes, también tienen una influencia significativa en los cambios proyectados en la sequía.

De este modo, estudios previos habían calculado los parámetros de aridez en Canarias, con un resultado de hasta un 1,5, lo que convierte a este archipiélago en uno de los más afectados por el aumento de la aridez.

De hecho, en las simulaciones realizadas para este trabajo para calcular ese parámetro según la altitud, las proyecciones de sequía empeoran significativamente hasta un índice de aridez de seis para las elevaciones más altas, en el peor escenario, concluye el estudio.

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