La huelga de controladores aereos convocada en Francia los días 3 y 4 de julio ha provocado un caos internacional, que, como era de esperar, ya ha afectado a Canarias.
La huelga ha provocado la cancelación de vuelos en 11 aeropuertos franceses, entre ellos tres en París, donde se ha suprimido el 25% de los vuelos programados para la primera jornada, y se dan reducciones del 50 % en Niza, Bastia y Calvi, y del 30 % en Lyon, Marsella, Montpellier, Ajaccio y Figari. Compañías como Ryanair, por ejemplo, ha cancelado 170 vuelos y ha dejado a más de 30.000 pasajeros afectados.
Desde Tenerife se puede volar directo a Nantes, Lyon, Burdeos, y, por supuesto, París. En uno de los aeropuertos de su capital, Orly, se encuentra María, que aunque tenía el vuelo del vuelta el martes 2 de julio, su compañía, Transavia, le ha propuesto cambiarle la fecha a una semana más tarde, el 8 de julio: "Y, mientras, tengo que pagarlo de mi bolsillo".
Volver a Tenerife
Encontrar otra alternativa de vuelo no está siendo fácil, "se agotaron en cuestión de minutos todos los vuelos posibles" y además, muchas empresas se aprovecharon de las circustancias "y había vuelos directos Orly-Tenerife Sur, por 2.000 euros por pasaje", algo inasumible para la mayoría de los bolsillos, y más, cuando como en su caso, se viaja con la familia.
Finalmente, María ha encontrado un billete para el domingo, lo que siguen siendo cinco días más tarde. Según cuenta Transavia a Atlántico Hoy, "la aerolínea se hace cargo de los gastos, siempre y cuando el hotel no sea de más de tres estrellas y las comidas no sean lujosas", pero eso sí, no inmediatamente: empiezan a gestionarlo en alrededor de 15 días.
Indemnizaciones
Y mientras tanto, quien no pueda "tirar de tarjeta", ¿cómo pueden actuar? Según la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), lo único que se puede hacer es "guardar todos los tickets de cualquier gasto, esto es importante", y pedir que lo devuelvan todo.
Pero además, "los pasajeros tienen derecho a una indemnización de entre 250 y 600 euros", porque "las huelgas no son eventos sobrevenidos, normalmente están anunciadas con meses de antelación, así que si las aerolíneas no han previsto los inconvenientes, es su culpa".
