Si de por sí pedir fecha para examinarse del práctico de conducir supone unos nervios y sobre todo una espera, esta aumenta más durante el verano y los meses siguientes como consecuencia. Tanto en Santa Cruz de Tenerife como en Las Palmas, los alumnos afrontan retrasos que superan los dos meses para poder presentarse a la prueba de circulación.
Las asociaciones de autoescuelas de las dos provincias señalan que el gran problema son los cupos de pocos alumnos que permite Tráfico por su disponibilidad. Por ello, la solución más rápida que ven es la ampliación de las plantillas de examinadores.
Miles de alumnos pendientes
La Asociación Canaria de Centros de Formación Vial (ACACEFV) advierte de que en la provincia de Santa Cruz de Tenerife —exceptuando La Gomera y El Hierro, que cuentan con un sistema distinto— la situación es “bastante grave”.
Actualmente, el tiempo medio de espera supera los dos meses, con unos 8.000 alumnos pendientes de examinarse. “Esto ocurre en todos los permisos — turismo, moto, camión, etc. — y se agrava en verano, que es la época más fuerte en la actividad de autoescuela, desde junio hasta octubre”, señalan desde la entidad.
El origen del problema, apuntan, está en la implantación hace tres o cuatro años del sistema CAPA, que asigna los exámenes en función de la disponibilidad de los examinadores. “La solución pasa por ampliar la plantilla de examinadores o habilitar horas extras para los actuales”, reclaman desde la asociación.
El número de examinadores
En la provincia de Las Palmas, la situación no es muy distinta. El presidente de la Asociación de Autoescuelas de Las Palmas (ASOCAELAN), Manuel Marcelo Guerra, explica que el tiempo estimado de espera ronda los dos meses y medio.
“El sistema de cupos que tiene Tráfico está siendo insuficiente. Si a un centro le conceden 20 plazas de examen pero tiene 40 alumnos preparados, 20 se quedan esperando. En la siguiente convocatoria, se acumulan los anteriores con los nuevos, y así sucesivamente”, expone.
Guerra subraya que este retraso afecta solo al examen práctico, ya que para el teórico la espera es de unos 15 días. Al igual que sus homólogos tinerfeños, insiste en que la solución se centra en aumentar el número de examinadores para poder responder a la demanda.
Cuello de botella
Con el verano como temporada de mayor actividad en las autoescuelas, las asociaciones advierten de que la situación se agrava cada año en estas fechas, dejando a miles de alumnos en lista de espera y generando un cuello de botella que, de no solucionarse, seguirá alargando los plazos.