Cáritas de Tenerife atendió cerca de 2.000 llamadas durante el estado de alarma

La entidad dio respuesta a más de 6.000 familias que demandaban ayuda urgente debido a la crisis provocada por la Covid-19; de ellas, un 15% nunca había acudido antes a Cáritas

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Desde que se impusiera el Estado de Alarma en nuestro país el pasado 14 de marzo, debido a la elevada incidencia del Coronavirus-19, Cáritas Diocesana de Tenerife reforzó sus acciones de atención a los colectivos de mayor vulnerabilidad. El espíritu general de estas medidas pretendía reforzar la misión de atender, acoger y escuchar a los últimos y más excluidos, velando por su atención y cuidado, informó la Organización en un comunicado.

En este sentido, se puso en marcha una línea de atención telefónica de emergencia, cuya actividad cesó el pasado día 1 de julio. Durante los más de tres meses que duró el estado de alarma, a través de esta línea se atendieron un total de 1.975 llamadas, a las que hay que sumar 265 peticiones de información y ayudas básicas recogidas en las distintas redes sociales y el correo electrónico de Cáritas Diocesana de Tenerife.

El mayor número de demandas se concentró en los Arciprestazgos de Granadilla, Taco, Santa Cruz Centro, La Salud e Isora, que se corresponden con los principales municipios del Sur y el área metropolitana de la isla de Tenerife. La mayor parte de las llamadas solicitaban orientación, información y apoyo a necesidades básicas, una respuesta que se pudo realizar gracias al esfuerzo y disponibilidad de un grupo de compañeras de la casa, que prestaron este servicio.

En cuanto a las atenciones básicas a familias, en los meses de abril, mayo y junio se contabilizaron más de 6.000, de las cuales un 15% fueron familias que hasta la fecha nunca habían acudido a Cáritas. Además, creen que estas cifras continuarán creciendo en los próximos meses, debido a la inestabilidad laboral y los problemas económicos que está provocando la pandemia.


Durante los más de tres meses que duró el Estado de Alarma, a través de esta línea se atendieron un total de 1.975 llamadas, a las que hay que sumar 265 peticiones de información y ayudas básicas recogidas en las distintas redes sociales y el correo electrónico de Cáritas Diocesana de Tenerife


Según señala la nota de prensa, a pesar del cierre de la línea telefónica de emergencia abierta durante el estado de alarma, Cáritas Diocesana de Tenerife mantiene operativo el teléfono de los Servicios Generales (922 277212), así como el correo electrónico de la entidad (info@caritastenerife.org).Al mismo tiempo, contamos con una amplia red de Acogida de Base en nuestras Cáritas parroquiales, formada actualmente por 112 puntos de acogida, con 314 agentes directamente implicados, entre voluntariado, sacerdotes y personal técnico.

De igual modo, los centros de estancia diurna para personas mayores reabrieron sus puertas, con las lógicas restricciones y medidas de distanciamiento social que impone la Administración sanitaria.

Por otro lado, los recursos alojativos para personas en situación de sin hogar, los proyectos de unidades móviles de atención en calle y Base 25, de prevención del sinhogarismo y la exclusión residencial, se mantienen plenamente operativos, así como nuestros proyectos de empleo y economía solidaria.

El aumento del desempleo, y las limitaciones impuestas a los sectores productivos del Archipiélago, lleva a pensar que durante los próximos meses las peticiones de ayuda que les llegan podrían continuar creciendo. No obstante, desde Cáritas se aplaude la reciente aprobación del Ingreso Mínimo Vital, ya que entienden que supone un “paso decisivo en la lucha contra la pobreza severa”, que además “nos dignifica como país, al reforzar nuestros sistemas de garantías sociales para las personas excluidas y nos acerca a la media europea en materia de ingresos mínimos”.

En esta línea, creen que “era necesaria la existencia de un suelo mínimo esta-tal común en todo el territorio, que limitara las inequidades”, resalta la nota. Este es un objeti-vo que queda cubierto con este ingreso mínimo vital, al “asegurar un mismo de-recho efectivo independientemente del lugar de residencia y de los posibles cambios residenciales que se puedan producir”.


Desde Cáritas se aplaude la reciente aprobación del Ingreso Mínimo Vital, ya que entienden que supone un “paso decisivo en la lucha contra la pobreza severa”, que además “dignifica como país, al reforzar nuestros sistemas de garantías sociales para las personas excluidas y nos acerca a la media europea en materia de ingresos mínimos”


Algo sumamente importante para Cáritas es que este recurso trata de evitar la pobreza severa, dando una especial atención a los hogares con hijos, aunque pierde capacidad protectora en los hogares de las familias más numerosas. Valoran, además, de forma positiva “el reconocimiento que el Real Decreto-Ley hace de los procesos de inclusión social, sin que sean una condición imprescindible para poder acceder al ingreso mínimo vital”.

El Real Decreto-Ley, sin embargo, todavía deja muchos aspectos sujetos a un desarrollo reglamentario posterior. La forma en cómo se acometa este desarrollo será esencial para dar respuesta a una realidad de exclusión social que es muy compleja y a la que el Ingreso Mínimo Vital no da respuesta completa. En este sentido, la participación de las organizaciones sociales en la elaboración del desarrollo reglamentario podrá asegurar una mejor y mayor respuesta a la realidad.