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Sociedad

Casa África impulsa un coloquio para conocer la dureza de ser migrante

Este viernes se ha celebrado una mesa redonda con la temática "La juventud como solución", impulsada por la Fundación Canaria El Buen Samaritano (FBS) y Casa África

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José Segura, director general de Casa África./

Este viernes se ha celebrado una mesa redonda con la temática "La juventud como solución", un espacio de diálogo impulsado por la Fundación Canaria El Buen Samaritano (FBS) y Casa África, donde se han tratado las relaciones entre África y el Archipiélago bajo el contexto de la migración de jóvenes.

Esta mesa redonda ha estado conformada por José Segura, director general de Casa África y Judith Kalima, André Senghor y Bougouma Ngon, residentes en la FBS, quienes han relatado sus historias personales y cómo llegaron a Canarias. La charla ha sido moderada por la periodista Elena Falcón.

Los tres ponentes cuentan, a su vez, con tres puntos en común: todos son africanos, todos llegaron en patera y todos agradecen a la Fundación haber aparecido en sus vidas.

Llegada a Canarias

En el caso de Judith, llegó desde Mozambique con 20 años intentando huir de la falta de oportunidades y permaneció en España de manera irregular.

Una vez aquí tuvo que enfrentarse a varios problemas, puesto que es madre soltera y el hecho de que "una mujer emigrase sola y encima con un niño no está bien visto en África", ha explicado.

Sin embargo, ha comentado que lo más duro para ella ha sido tener que enfrentarse al sistema legal español, que no le permitía regularizar su situación, haciendo que sintiera que "aunque estuviera aquí, no existía".

Tras meses de lucha conoció la Fundación y su vida cambió a mejor hasta el punto de afirmar que acabar en ella es lo mejor que le ha pasado.

Gracias a la ayuda de Pepe Hernández, presidente, consiguió arreglar todos los trámites y hoy "felizmente puedo decir que soy una persona en situación regular", ha explicado.

Todo este proceso ha llevado a Judith a darse cuenta de que el sistema legal ha sido injusto con ella y con todos los que han estado y están en su misma situación, pero aún así ha defendido que "antes de pedir que las políticas de migración cambien, la gente primero tiene que cambiar su visión y dejar de vernos a las personas migrantes como algo malo".

Trato de la gente

André, por su parte, ha suscrito estas palabras comentando que "ha habido muchas veces que no soportaba estar aquí" debido al trato de la gente.

Pasó su infancia y adolescencia viendo cómo los jóvenes que estudiaban no encontraban trabajo, y por miedo a que le pasara lo mismo, decidió subirse a una patera en 2020 sin decirle nada a sus padres.

Tras siete días de travesía, al llegar Canarias se llevó la primera decepción ya que no pensaba que fuese a arribar en una isla, "sino en la Gran España de la que tanto se hablaba en África", por lo que intentó continuar el viaje hasta la Península, pero las autoridades no se lo permitieron.

Un hotel en el sur de la isla y posteriormente el campamento de Las Raíces fueron sus casas durante meses, hundiendo aún más todos los sueños que cargaba consigo desde su país, hasta que un día "un hombre me escribió y me dijo: "Hola, soy Pepe", y ahí cambió todo", ha contado, refiriéndose al sacerdote responsable de la FBS.

Ahora, André quiere llevar de vuelta a su continente de origen todo lo que ha aprendido para darle la oportunidad a esos chicos que, como él, nunca han tenido alternativas, porque tal y como ha defendido "cuando quieres ayudar a alguien no le das dinero, le das formación".

Ayuda y enseñanza

Esta idea ha sido apoyada por Bougouma, quien ha recalcado que lo que necesitan los jóvenes como ellos es "ayuda y enseñanza para desarrollar nuestros países". Su recorrido, como el de sus compañeros, también ha sido muy complicado, por lo que se ha mostrado en deuda con la Fundación por "darle la posibilidad de tener una vida".

Frente a todo esto, el presidente de Casa África ha lanzado un mensaje de optimismo declarando que iniciativas como la FBS son "un ejemplo colosal de solidaridad" que se replica en la comunidad canaria.

Segura ha afirmado que aunque la sociedad isleña no pueda hacer milagros, tiene la convicción de que "la empatía del pueblo va a hacer que la situación de todas estas personas mejore".

Por su parte, los tres jóvenes y otros compañeros presentes en el público que también llegaron a Canarias en patera y han sido ayudados por la Fundación, han finalizado el coloquio reiterando su agradecimiento "eterno" al padre Pepe y los demás miembros de esta entidad solidaria que lleva desde 2018 acogiendo a jóvenes migrantes en situación irregular, a través de su proyecto "Nolaba".

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