Los chóferes de las guaguas que prestan el servicio público interurbano en Lanzarote, Fuerteventura y Gran Canaria volverán a contar con paros totales en la huelga que comenzó hace justo una semana. Así lo ha confirmado en declaraciones a Atlántico Hoy Santiago Domínguez, coordinador de Transporte de la Federación de Servicios de CCOO en el Archipiélago.
Desde el pasado sábado, habían establecido dos turnos —de las 6:00 horas hasta las 10 en punto de la mañana; así como entre las cinco de la tarde y las nueve de la noche—, pero ante la falta de respuesta en cuanto a firmar un convenio colectivo en la provincia de Las Palmas han decidido convocar un paro total a partir del próximo 6 de octubre con el objetivo de ejercer más presión.
¿Declaración institucional?
En el caso de Lanzarote y Fuerteventura será el 6,7 y 8 de octubre; mientras que en Gran Canaria tendrá lugar las jornadas del 7, 8 y 9. Lo han hecho con tanta antelación porque la ley obliga a establecer un mínimo de 10 días en la comunicación. “No lo puedes hacer de hoy para mañana”, explica Domínguez. Hasta que llegue ese momento, continuarán con el paro indefinido que sigue vigente.
“Aquí hace falta una declaración institucional en toda regla, porque esto se arregla o se arregla”, exclama el representante sindical. “Al Cabildo de Gran Canaria no le cuesta un céntimo de euro la reivindicación que estamos pidiendo, el escollo principal está en Fuerteventura y en Lanzarote”, destaca. En ambas islas no capitalinas, la huelga no empezó con buen pie al vandalizarse unas 11 guaguas la noche anterior.
Las empresas
Merece la pena resaltar que en Fuerteventura y Lanzarote la empresa que presta el servicio es Alsa. Gran Canaria, por su parte, cuenta con la compañía Global —sobre la que existe la posibilidad de desaparecer en 2027 al caducar la concesión y que entre otra entidad como podría ser, por ejemplo, la asturiana que ya opera en las islas vecinas—.
“También es cierto que los contratos que tienen estos cabildos con las empresas operadoras es un acuerdo en el que están obligados a equilibrar la concesión. Creo que la patronal aquí se está arrugando un poco porque el consejero [de Transportes de Lanzarote] está dando una orden directa. Pero bueno, nosotros tenemos que seguir la lucha”, señala Domínguez.
Movimiento de multinacionales
“Esto solo tiene una salida y es la firma de un convenio colectivo, porque al final el modelo concesional cambia. Está habiendo movimientos en Europa gigantescos de multinacionales que históricamente han sido rivales, se están fusionando para ser más fuertes todavía. La voracidad del mercado es terrible. ¿Qué vamos a hacer los trabajadores? ¿Quedarnos de brazos cruzados?”, reflexiona.
“Van a venir a por nosotros, esto está clarísimo. Debemos tener un marco jurídico que diga: ‘Mire usted, venga a Gran Canaria a trabajar, no tenemos problemas, pero esto es lo que vale un trabajador del transporte regular en Gran Canaria, en Lanzarote y en Fuerteventura. A partir de aquí, haga con el servicio lo que usted quiera, el dueño es el Cabildo’”, asevera.