Un interno de la prisión Tenerife II y una mujer que acudió a visitarlo para mantener un encuentro íntimo han sido condenados a tres años de prisión y al pago de una multa de 5.700 euros por intentar introducir heroína y hachís en el centro penitenciario. Ambos admitieron los hechos, lo que permitió alcanzar un acuerdo con la Fiscalía y evitar la celebración del juicio.

Los hechos ocurrieron en 2024, durante un vis a vis en el que la mujer entregó al recluso 97 gramos de heroína con un 7 % de pureza y 50 gramos de hachís, ocultos en varios envoltorios. El interno escondió las sustancias en su cuerpo, pero al pasar por el escáner de control, decidió entregar voluntariamente la droga a los funcionarios y reconoció que planeaba venderla entre otros presos.

Sentencia firme

Según la sentencia, ambos fueron declarados culpables de un delito de tráfico de sustancias que causan grave daño a la salud. La resolución judicial es firme y no admite recurso, tras el acuerdo alcanzado entre las partes.

La prisión Tenerife II, en El Rosario, ha registrado en los últimos años diversos intentos frustrados de introducción de drogas y objetos prohibidos, tanto en visitas presenciales como mediante el envío de paquetes. Las autoridades penitenciarias mantienen protocolos de control reforzados para detectar sustancias mediante escáneres y perros adiestrados.