La cueva más larga de Europa está en Canarias: un laberinto de cascadas de lava

Una erupción de volcánica miles de años atrás esculpió esta maravilla geológica en la que el visitante puede sumergirse como en un viaje al centro de la Tierra

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Con sus 18 km de largo la Cueva del Viento es el mayor tubo volcánico de Europa y a nivel mundial solo en Hawai pueden encontrarse de mayor longitud./ MUSEOS DE TENERIFE.
Con sus 18 km de largo la Cueva del Viento es el mayor tubo volcánico de Europa y a nivel mundial solo en Hawai pueden encontrarse de mayor longitud./ MUSEOS DE TENERIFE.

Hace 27.000 años las lavas basálticas procedentes de la primera erupción del volcán Pico Viejo, situado junto a El Teide, excavaron un tubo volcánico en las entrañas de la tierra. En la actualidad este cavidad se extiende bajo tierra 18 kilómetros a lo largo del municipio de Icod de los Vinos, lo que la convierte en el tubo volcánico más largo de Europa. A nivel mundial, solo cinco galerías volcánicas tiene mayor longitud, todas ellas localizadas en Hawai.

Esta joya geológica que podemos encontrar en el norte de Tenerife debe su nombre a las corrientes de aire que se producen en su interior, donde reina la oscuridad y el silencio de la cueva para crear una atmósfera prehistórica. Aunque ya era conocida por los guanches hace 2000 años, esta maravilla cayó en el olvido tras la conquista hasta que volvió a ser explorada con detalle a partir de los 70.

Obras de arte geológicas

Entre sus galerías superpuestas la Cueva del Viento conforma una red en tres niveles construida con la paciencia de las lava volcánicas que bajaron que bajaron por el Valle de Icod hace miles de años. Pueden diferenciarse varias cavidades conectadas entre si, como la Cueva Belén, la del Sobrado, la de las Breveritas, y la de los Piquetes. En los 18 km topografiados hasta la fecha se conocen 7 bocas de acceso.

En su interior se despliega un museo de obras de arte geológicas con terrazas laterales, creadas cuando se estabiliza el flujo de lava; cascadas de lava, producidas cuando los tubos superiores conectan con los inferiores; estafilitos con forma de gota; jameos y lagos de lava.

Vida en la oscuridad

Además del interés geológico, la Cueva del Viento es un inagotable laboratorio de estudio biológico por su fauna subterránea, que constituye una fuente constante de nuevos hallazgos. En total alberga unas 190 especies conocidas, la mayoría invertebrados, de las cuales 44 son organismos troglobias, es decir, animales adaptados al medio subterráneo.

Quince de estas especies adaptadas al medio oscuro han resultado ser nuevas para la ciencia, como la cucaracha sin ojos Loboptera subterranea o los carábidos Wolltinerfia martini y Wolltinerfia tenerifae. En su interior también se encuentran algunos restos fósiles de animales vertebrados ya extinguidos, como la rata y el lagarto gigantes, y otros restos óseos de especies ya desaparecidas en Tenerife, como la graja y la hubara.

Fósiles de lagarto y rata gigante

Asimismo se han hallado fósiles de especies como lagarto gigante Gallotia goliath, la rata gigante Canariomys bravoi, exclusivas de Tenerife; el escribano patilargo conocido sólo de la Cueva del Viento; la codorniz canaria extinta, que se ha encontrado también en La Gomera; y la graja que actualmente sólo vive en La Palma.

En cuanto a la vegetación se presenta en tres sectores. En primer lugar la zona externa con plantas vasculares y algunos helechos y líquenes. A continuación la zona de entrada, que comienza justo donde la lluvia no llega directamente, pero sí recibe la luz y contiene fundamentalmente musgos y líquenes. Por último una área de transición, sometida a la luz indirecta, donde se han encontrado algas cianofitas y líquenes.
 

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