"El orden puede cambiar totalmente nuestra forma de vida"

Entrevista AH | Beatriz Martín, organizadora profesional, defiende que "hasta las personas más caóticas pueden aprender a ordenar"

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¿Sabía que una casa ordenada, con armarios en los que todo esté en su lugar, puede repercutir positivamente en su vida diaria y en su claridad pensamiento? Así lo afirma Beatriz Martín, una organizadora profesional que acaba de empezar a trabajar en Tenerife, una profesión relativamente poco usual en el Archipiélago.

A través de su web, www.tenorden.com, puede contratarla por horas para conseguir, con su ayuda, darle un giro a sus espacios de almacenamiento en general. Si quiere empezar a comprobar los beneficios de una casa ordenada, Beatriz se ofrece a ordenar gratis sus gavetas durante las tres primeras horas. "Eso les permite comprobar un poco las ventajas del orden", explica a AtlánticoHoy.

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Anuncio de Beatriz Martín, organizadora profesional | CEDIDA

Apasionada del orden desde pequeña, recuerda "esos días de verano interminables, cuando siendo cría pasaba las horas enfrascada entre cosas y me perdía entre los profundos armarios y enormes cajones de la abuela". Empezó compatibilizando esta actividad con su trabajo como contable para acabar dedicándose en exclusiva a la organización de espacios. En su labor, utiliza técnicas de clasificación precisas y funcionales para conseguir que sus espacios resplandezcan "como si fueran nuevos", a la vez que contribuye a tomar conciencia de la necesidad de deshacerse de los objetos que ya no necesita. "Haz un acto de generosidad. Dona o regala ropa u objetos que ya no usas, reciclando aquellos enseres que no necesitas. Dar, recibir y devolver", recomienda esta experta.

"El orden para mí es primordial en todas y cada una de las facetas de nuestra vida. Nos ayuda a desarrollarnos e incluso a afrontar mejor los problemas, a hacernos más productivos en nuestro día a día"

- ¿Cómo surgió esa iniciativa para hacer de una cualidad personal, el ser ordenado, una salida profesional ?
"Ser ordenada es una cualidad innata. Es algo que siempre me salía natural. Veía algo descolocado y corría a ponerlo en su lugar. Ordenaba casas de familiares y amigos y fue precisamente uno de ellos el que se fijó en mis capacidades y habilidades y me animó a que me dedicase por completo a esta profesión. Yo había estudiado empresariales y trabajaba en la Península, en ese momento, de contable. Fue cuando empecé a compaginarlo con mi profesión en mis ratos libres y fines de semana. Al principio me dedicaba profesionalmente solo a tiempo parcial, pero ahora, que ya me he trasladado aquí desde hace unos meses, me he centrado en exclusiva en esa actividad. La mayor parte de mis clientas están todavía en Madrid, una ciudad a la que suelo viajar con frecuencia, pero mi objetivo es darme a conocer en Tenerife, donde he fijado mi residencia y donde quiero estar".

- ¿Existe un perfil determinado de cliente?
"Cualquier persona necesita poner orden en sus cosas, su vida y su entorno. Cada uno de nosotros somos únicos y especiales, pero todos necesitamos de ese orden porque nos cambia totalmente nuestra forma de vida. La verdad es que hay de todo, desde una mujer con familia a una persona joven. No existe un perfil claro".

-¿En qué aspectos puede beneficiar el orden?
"El orden para mí es primordial en todas y cada una de las facetas de nuestra vida. Nos ayuda a desarrollarnos e incluso a afrontar mejor los problemas y a hacernos más productivos en nuestro día a día, en nuestras cosas. Esta profesión nos saca lo mejor porque interiormente estamos más tranquilos, más a gusto, más felices. Cuando alguien pone orden en el exterior le resulta más fácil, incluso, poner orden en su interior. Es una manera de poner las cosas en su sitio. Una mente ordenada te hace ver con mucha más claridad todo".

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Beatriz Martín le ayuda a que sus armarios luzcan ordenados | IMAGEN DE LARED

-¿Se puede entrenar esta habilidad?
"Yo creo que sí. Hasta las personas más caóticas pueden aprender. Con una serie de pautas y unos hábitos, al final sí que consigues tener tu forma de actuar más acorde, tu casa más ordenada".

- ¿Una vez los clientes prueban qué sienten al tener sus objetos ordenados, lo mantienen?
"Hay de todo, cada persona es un mundo. Cada casa, cada hogar, es único, especial y cada persona lo adapta a su manera. También el caos depende del volumen de cosas que se tengan, si se puede controlar más o menos o se puede mantener. Sí es verdad que hay personas que ven que las cosas van a mejor y se esfuerzan por mantenerlo. Otras necesitan un poco más de tiempo, dedicarles unos meses más y acudir a hacerles seguimiento, pero en general, incluso para el entorno, para las personas más allegadas, causa un efecto de contagio positivo. Cambias la actitud, el estado de ánimo. Es real, no es magia. Es así. Creo que es un chip que te cambia y tienes otra visión del mundo. Valoras mucho más las cosas que tienes y te das cuenta de lo que quieres y lo que no. Muchas veces estamos tan llenos de cosas que te aturde un poco, distrae tu atención de lo realmente importante. Incluso te hace ser más eficiente en tu trabajo o estudios, porque tienes otra serenidad en tu día a día. Pienso que habría que impartirlo como una clase particular en las escuelas, como economía doméstica".

"Cualquier persona necesita poner orden en sus cosas, su vida y su entorno. Cada uno de nosotros somos únicos y especiales, pero todos necesitamos de ese orden porque nos cambia totalmente nuestra forma de vida"

- ¿Cree que el desorden tiene que ver con el estresante ritmo de vida actual?
"Uno nace y se hace.También depende del ambiente donde te muevas o hayas nacido, la educación, etc. Pero con el ritmo que llevamos no cabe duda de que es más complicado dedicar tiempo a la casa cuando estás muchas horas fuera o tienes que compartirlo con otros quehaceres. Entonces, a veces se hace cuesta arriba. Las personas entran en ese estrés que, justamente, lo que te hace es salir a comprar más cosas y acabas acumulando. El objetivo de esto es totalmente lo contrario. Es darte cuenta de lo que tienes, disfrutar de eso y aprovechar al máximo tu tiempo".

- ¿Ha tenido algún caso verdaderamente complicado?
"Un poco sí, no en el aspecto propio de basura, pero de acumular sí. Llega un momento en el que al final te ves desbordado, no tienes espacio para moverte y tener las cosas bien. Acaban amontonadas, acumulando polvo, lo que supone un gasto extra porque luego no recuerdas muchas cosas que ya tienes y vas a comprarlas otra vez. Incluso en la cocina, las conservas también se les caducan, se estropean y seguimos gastando en otras. Por eso, creo que el orden es fundamental".

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Ejemplos de armarios ordenados | IMAGEN DE LA RED

- ¿Qué es lo que más solicitan los clientes? ¿Orden en roperos, despensas...?
"Un poco de todo. Al principio recurren más a los armarios roperos, pero luego al final se dan cuenta de que necesitan orden en los baños, en las despensas también o en toda la casa porque no la están aprovechando bien. En cualquier hogar, independientemente de si vives solo o si tienes una gran familia, esto pasa a todos los niveles. Es algo muy personal. Puedes haber pasado una época muy difícil y haberte abandonado un poco. El desorden se debe a muchas causas. Entonces, que alguien llegue y te de una luz es una gran necesidad y una oportunidad para cambiar y renovarse".

- ¿Qué método sigue a la hora de ordenar?
"La verdad es que no hay reglas concretas. Sí que existen unos métodos de clasificación y unas técnicas para organizar de forma más precisa y clara, aunque para mí las personas son lo fundamental y luego está lo material. La persona debe desprenderse, tirar o donar cosas que no necesita o no está usando, que tiene ahí simplemente acumuladas. Cuando llego a una casa lo primero que hago en esta visita de evaluación es tener una entrevista con esa persona para ver realmente cuáles son sus necesidades. De todo lo que hablamos se desprende mucho cuál es esa falta que necesita llenar. El grado de desorden depende del exceso de volumen de cosas que posea y no tanto del tamaño del armario o de la disponibilidad que tenga la casa".

"El desorden se debe a muchas causas.Puedes haber pasado una época muy difícil y haberte abandonado un poco.Entonces, que alguien llegue y te de una luz es una gran necesidad y una oportunidad para cambiar y renovarse"

"Al final, tendemos a guardar muchísimas cosas. Acumulamos. Lo que hago es sacar todo en un mismo punto y hacer una eliminación de los objetos que no se quieren. El sistema implica clasificarlo por tipos o grupos de objetos pues esto facilita mucho el trabajo. También te da una idea de la cantidad de enseres de un mismo tipo que tienes. Como resultado, también es más fácil deshacerte de los objetos repetidos. Por ejemplo, cuando tienes cinco camisetas iguales o calzado muy similar, o simplemente,  muchísimas cosas. Juntarlo todo es la forma más sencilla de empezar a darles la aprobación o no. A partir de ahí es necesario buscarles un sitio adecuado, lógico, fácil, donde tú siempre recurras porque cada objeto es importante, pero sin que estén unos encima de otros".

- Durante el proceso, ¿le da más importancia a la parte práctica o a la estética?
"Creo que a las dos cosas. Al final una te lleva a la otra porque cada casa es el reflejo de uno mismo. Tú la diseñas, le pones tu forma de pensar, de sentir, cómo te gusta ver las cosas. Normalmente trato de dar una idea al cliente de lo que resulta más cómodo o es mejor por la cuestión que sea, como la luz o la ubicación, por ejemplo, para aprovechar mejor algún rincón, pero normalmente se tiende a utilizar las cosas por un sentido también lógico. Para que al final el orden se mantenga adoptas ese hábito de coger el objeto de un sitio y llevarlo al mismo sin que esté lleno de objetos diversos, sino solamente los que corresponden a esa categoría. Así no debería haber problema en recaer en el caos, en ese desorden, Realmente, también implica poner de tu parte y de ver que las cosas así lucen mejor. Incluso al perfil de chica adolescente que deja todo tirado le da  más reparo hacerlo ahora y tiende a ser más ordenada, un poco más cuidadosa. Entonces, al final, esas cosas van sumando, que es lo importante".                         



- ¿Cuántas horas puede invertir en ese primer contacto con una nueva vivienda?
"Cuando estaba a tiempo parcial le dedicaba una tarde entera o todo el tiempo que tenía. El fin de semana el sábado entero o el domingo por la mañana. Yo me adapto a la persona y a su tiempo. Las prioridades son ellos, pero en una casa grande puedes pasar horas dependiendo del volumen que hay. También es necesario hablarlo con la persona, ver qué cosas está dispuesta a donar o tirar., teniendo en cuenta cosas más particulares, más personales o de recuerdos. Esto es un poquito más complejo pero bueno, depende de cada casa. Te puede llevar unos días o semanas".

- ¿Cree que esta profesión se irá demandando más en las islas?
"Es una actividad que no está todavía en la cabeza como necesidad, que lo es, de las cosas de tu casa. Entiendo que es algo muy delicado porque no deja de implicar entrar en un hogar. Se crean también unos lazos de amistad. Al final es una satisfacción mutua. Yo lo hago con todo mi amor, mi respeto, con todo lo mejor de mi forma de ser, pero es que también recibo muchas cosas y no me refiero al tema económico. Son unos precios muy módicos, pero realmente para mí lo importante es esa satisfacción de ver a la persona cómo va cambiando, la sensación que da entrar en la casa y verla ordenada, son unas vibraciones que no se pueden comparar con nada. Imagino que cada uno, con su profesión, destaca lo mejor del mundo, pero es verdad que es gratificante. Te cambia el estado de ánimo a más positivo, más abierto, con otra mentalidad, con otra visión del mundo. De lo contrario, estás más apagado, con tantas cosas alrededor que te están impidiendo ver todo lo bonito que tienes y disfrutarlo. Tu casa no deja de ser tu templo sagrado, tu lugar de descanso, de tranquilidad, y a donde quieres regresar después de un día duro de trabajo, de estudio y de estar agotado. Es lo que te mereces y yo creo que todo eso, al final, compensa".    




Una profesión poco conocida

Este nuevo perfil profesional, más conocido en la Península que en el Archipiélago (aunque sigue siendo una profesión novedosa en cualquier caso), reduce al mínimo el desorden para hacernos las tareas del día a día más fáciles.

Su trabajo va más allá de ordenar una vivienda, pues también tienen una función formativa. Enseña técnicas de organización y metodologías según las necesidades de quien la contrata.

Así, Beatriz Martín ofrece una amplia variedad de servicios para recuperar el orden y aprovechar al máximo el espacio:
  • Habilitar o dar uso a un espacio (buhardilla, terraza, trastero…)
  • Facilita las claves para mantener siempre ordenado un mueble, estantería o zapatero.
  • Clasifica y colocar cada cosa en su sitio. Se acabó la búsqueda de objetos interminables.
  • Ofrece una solución óptima y funcional para cada almacenaje descontrolado.
  • Ayuda a aprovechar los utensilios y aperos que ya tiene, ahorrando en tiempo y compras innecesarias.
  • Posibilita mnantener cocina, despensa y baños siempre en orden y recogidos con unas sencillas pautas.