Canarias y Puerto Rico comparten una tradición histórica común forjada a lo largo de cinco siglos de migraciones y expediciones que atravesaron el Atlántico. Así como nuestro archipiélago era el último pedazo de tierra que los navegantes veían antes de adentrarse en el océano, la isla caribeña a menudo era el primer puerto americano al que llegaban los navíos. Y vicerversa.
Pero además de compartir la característica de ser la última frontera de dos mundos separados por el Atlántico, las similitudes entre Canarias y Puerto Rico van más allá de manifestaciones culturales como la lengua, la música, la arquitectura o la gastronomía. O al menos eso parece deducirse por la manera en que muchos canarios se han sentido identificados con la nueva canción del artista boricua 'Bad Bunny'.
Tres archipiélagos, una realidad
El nuevo tema del artista puertorriqueño, titulado 'Lo que le pasó a Hawaii', denuncia las consecuencias para la población residente en las islas que sufren una alta presión turística, una temática en la que muchos canarios se han visto reflejados, sobre todo en el contexto reivindicativo de las manifestaciones que se sucedieron a lo largo de 2024 en el archipiélago bajo el lema 'Canarias tiene un límite'.
Así como Bad Bunny teme que su Puerto Rico natal se convierta en una sucursal turística de Estados Unidos, e incluso acabe siendo asimilado como estado federado al igual que Hawaii, muchos canarios se han sentido identificados con este proceso por el que visitantes o foráneos desplazan a la población local.
Tres archipiélagos de tres mares distintos -Caribe, Atlántico y Pacífico- con una realidad cada vez más parecida en lo que respecta a presión turística y destrucción cultural y medioambiental.
Un estribillo entre versos de dolor
Gran parte del mensaje de la canción se resume en un estribillo rotundo: Quieren quitarme el río y también la playa, quieren el barrio mio y que abuelita se vaya. No, no sueltes la bandera ni olvides el le lolai, que no quiero que hagan contigo lo que le pasó a Hawaii. También las estrofas van cargadas de frases memorables con un deje de dolor por la marcha de un ser querido o la incertidumbre de una situación: Y no se sabe hasta cuando.
Además refleja un sentimiento muy arraigado en poblaciones de tradición migrante, como la puertorriqueña, pero también la canaria: Aquí nadie quiso irse, y quien se fue sueña con volver. Si algún día me tocara, qué mucho me va a doler. En suma, una canción que invita a reflexionar sobre un sentimiento de reivindicación que, aunque a veces nos parezca de carácter local, cuenta con voces amigas al otro lado del océano.
