El incendio que ha asediado a la Mezquita-Catedral de Córdoba, destruyendo el techo de la capilla de la Expectación y dañando la capilla de San Nicolás, puede llevar a plantear si el resto de infraestructuras religiosas de peso cuentan con las medidas necesarias para evitar que un suceso así se produzca.
En el caso de la Santa Iglesia Catedral-Basílica de Canarias — más conocida como Catedral de Santa Ana —, el deán — sacerdote al cargo — de la misma, José Lavandera, señala que el templo cuenta con múltiples medidas como un sistema de detección de incendios conectado a una central especializada.
Incendio en Córdoba
La Mezquita-Catedral de Córdoba ha sufrido tres incendios en los últimos dos siglos. El primero se produjo en 1910 a causa de un rayo, que provocó el fuego en el cimborrio del crucero. El segundo se registró en 2001, en el archivo, donde se destruyó 25 legajos del siglo XIX, aunque otros documentos más valiosos se salvaron, y no se registraron daños estructurales.
Este tercero, el pasado 8 de agosto, se originó por un cortocircuito en una barredora mecánica almacenada en una capilla de la ampliación de Almanzor. El fuego provocó el colapso del techo de la capilla de la Expectación y dañó la capilla de San Nicolás, afectando a cerca de 50 m² del conjunto de 13 000 m².
El presidente de Icomos (Consejo Internacional de Monumentos y Sitios) España, Juan Carlos Molina, ha subrayado que si bien los protocolos funcionaron, la prevención falló. La entidad ya había advertido en primavera del riesgo de usar zonas patrimoniales como almacén. Ahora colabora con el Cabildo en un informe técnico para la UNESCO y prepara un curso sobre salvaguarda del patrimonio, según han informado los medios nacionales.
Medidas
Aunque ha habido incidentes en edificios cercanos e incluso en 2020 se llegó a difundir un vídeo donde parecía mostrar un incendio en la Catedral de Santa Ana, hasta la fecha no se ha registrado ningún fuego que haya afectado con gravedad al templo.
La catedral cuenta con una serie de medidas, según ha informado Lavandera, entre las que destaca un sistema de detección de incendios mediante barreras activas que envían señales a una central especializada, conectada además a sistemas de robo.
Cámaras y sensores
Asimismo, la sala del tesoro está protegida por sensores de movimiento vinculados a una central de alarma, al igual que el museo, donde también están habilitados contactos magnéticos. Y hay una vigilancia continua con cámaras en toda la catedral, torre y museo.
La zona de mayor valor patrimonial —la sacristía alta, donde se guardan cálices y reliquias— recibe la máxima protección, conectada directamente al Centro Receptor de Alarmas.
Importancia de la catedral
El incendio de Córdoba resalta la vulnerabilidad de monumentos históricos ante el uso inadecuado de sus espacios y la falta de prevención. De ahí la relevancia de tener en cuenta cualquier posible escenario en espacios como las catedrales.
La Catedral de Santa Ana recibe aproximadamente 150.000 visitas al año, que incluyen la Basílica, el Museo Diocesano y el acceso al campanario, sin contar las personas que acuden por servicios religiosos.
En 1974, el Ministerio de Educación y Ciencia le otorgó el título de Monumento Artístico Nacional. El Decreto 1689/1974, de 24 de mayo, subrayaba sus méritos arquitectónicos, históricos y artísticos, fruto de una construcción iniciada en el siglo XV — permanece inacabado en su ala norte — y caracterizada por la convivencia de múltiples estilos. El texto también resaltaba el papel del templo —hoy declarado Bien de Interés Cultural (BIC)— como referente para numerosos templos erigidos posteriormente en América Latina, al calor de la ruta de las Indias.
