Cada 1 de octubre se celebra una fecha muy especial: el Día de Los Pueblos más Bonitos de España. Los pueblos con encanto son mucho más que calles empedradas y casas de colores. Son historia, tradición y paisajes que atrapan al visitante en cuanto pone un pie en sus plazas. Bajo esta idea nació la Asociación de Los Pueblos Más Bonitos de España, que cada año selecciona aquellas localidades que merecen formar parte de un exclusivo listado de belleza y excelencia patrimonial.

Canarias, con su diversidad cultural y natural, ha logrado colocar varios municipios en esta red, desde Agulo en La Gomera, conocido como “el bombón de la isla”, hasta Garachico en Tenerife, un tesoro renacido tras la erupción volcánica de 1706. También Betancuria en Fuerteventura o Teguise en Lanzarote han sabido conquistar un lugar en este escaparate nacional.

Dos islas ausentes

Sin embargo, hay dos territorios canarios que no han logrado aún que ninguno de sus municipios se sume a la lista: La Palma y El Hierro. Paradójicamente, una de ellas es popularmente conocida como “la isla bonita”, pero ni así ha conseguido que alguno de sus pueblos figure en este catálogo de excelencia.

La explicación no se debe a la falta de belleza, sino a los criterios de selección, que priorizan la conservación del casco histórico, la singularidad arquitectónica y la implicación de las administraciones locales en la preservación de su patrimonio.

Lo que sí está en la lista

En contraste, otros municipios del Archipiélago sí han obtenido este reconocimiento. Agulo, en La Gomera, es un balcón verde hacia el Atlántico con vistas privilegiadas al Teide. Garachico, en Tenerife, luce un patrimonio histórico declarado Bien de Interés Cultural en 1994 y presume de sus famosas piscinas naturales de El Caletón.

En Gran Canaria, el municipio de Tejeda brilla por su espectacular paisaje de cumbres y tradición repostera, con dulces como el bienmesabe y los mazapanes de almendra. En Fuerteventura, Betancuria conserva el título de primera capital del Archipiélago y la esencia de la historia majorera. Y en Lanzarote, la villa de Teguise ofrece un recorrido por la vida colonial de la isla y la cultura popular con su emblemática Casa del Timple.

Belleza volcánica 

Aunque La Palma y El Hierro no aparezcan aún en este listado, sus paisajes volcánicos, sus costumbres vivas y su riqueza natural las convierten en destinos con un atractivo propio.

Todo apunta a que tarde o temprano alguno de sus municipios logrará colarse en este selecto grupo, sumando nuevas joyas canarias al mapa de los pueblos más bonitos de España.