Que un espacio sea catalogado como Patrimonio Mundial --también conocido como Patrimonio de la Humanidad-- es recibir uno de los reconocimientos más importantes del mundo concedido por la Unesco, y el patrimonio canario ha sido galardonado con ello en varias ocasiones.
Desde el Parque Nacional del Teide hasta el último de ellos en recibir este título, que es el Risco Caído y las Montañas Sagradas de Gran Canaria, en 1986 la Unesco no solo nombró al primer Patrimonio Mundial de Canarias, sino también inscribió al primer bien de carácter natural en España. Se trata del Parque Nacional de Garajonay, ubicado en la isla de La Gomera, un precioso y mágico lugar que representa uno de los espacios naturales más importantes del país.
Como recogen los principales portales web de las institucionales de las Islas, el Garajonay destaca por ser el principal exponente de laurisilva en Canarias, un ecosistema que proviene de la Era Terciaria y que desapareció del continente europeo como consecuencia de los cambios climáticos ocurridos en el Cuaternario. En este sentido, el parque posee en unas condiciones buenas de conservación la mitad de la extensión madura de este tipo de vegetación en todo el Archipiélago.
Casi 40 años
En 2026 se cumplirán 40 años de la declaración del Parque Nacional de Garajonay como Patrimonio Mundial, un parque con más de 800.000 turistas que visitan cada año las casi 4.000 hectáreas que posee, según datos de Turismo de Canarias.
Además el parque se posiciona como el lugar ideal para hacer ecoturismo, que es un estilo de visita enfocado al turismo natural.
Entre los lugares que se pueden visitar dentro de él, destacan desde el centro de visitantes de Juego de Bolas hasta el Bosque de El Cedro, la zona recreativa de la Laguna Grande, la ermita de Lourdes o toda la red de senderos que se pueden realizar.