Ha pasado una semana desde que un estudio desató la polémica en el Archipiélago. La ‘Macroencuesta Universitaria 2025’, elaborada por Lab4Future y Wuolah, dejó a las dos universidades públicas de las Islas como las peores valoradas de toda España por los estudiantes: la ULL, con el rector Francisco García a la cabeza, ocupó el primer puesto seguida de la ULPGC, dirigida por Lluís Serra.
A ninguno de los dos le gustó el resultado, un sentimiento que comparte también el alumnado al sospechar que detrás de la encuesta existen intereses económicos por parte de las universidades privadas para desprestigiar a las públicas. Así lo explica Andrés Paz, portavoz de la Asociación Canaria de Estudiantes (ACE), en declaraciones concedidas a Atlántico Hoy.
"No es casualidad"
En las primeras posiciones del ranquin de las universidades mejor valoradas —del que se ha puesto en duda su rigor— están la Católica San Antonio de Murcia, la Loyola y la CEU Cardenal Herrera. “No es casualidad que haya tres privadas entre las cinco mejores y que se trate de un estudio, precisamente, encargado por empresas privadas”, señala.
Aún así, merece la pena resaltar que la ubicada en el número uno es pública: la Politécnica de Valencia. Paz recuerda que desde el Gobierno de España se ha planteado un nuevo decreto para dificultar la aprobación de nuevas universidades privadas con requisitos como tener, al menos, 5.000 estudiantes. “Les viene de maravilla aparecer en una encuesta entre las mejores valoradas”, indica.
Criterios
El portavoz de ACE pone sobre la mesa que el estudio no tiene criterios objetivos ni margen de error. Además, tampoco “se conoce bien cuáles han sido los criterios para seleccionar a las distintas personas que han participado, más allá de entrevistas para TikTok en los distintos campus”. “La suscripción de estos datos a la realidad no podemos trazarla sin dudar de los criterios metodológicos que se han aplicado”, agrega.
“La realidad”, insiste, “es que se ha hecho simplemente para engrosar la popularidad de unas universidades en detrimento de las públicas, cuando además nadie las conoce”. “Porque la Europea, la Fernando Pessoa o la del Atlántico Medio las conocemos todos, sin embargo, de estas [las que lideran la encuesta] nadie sabe de su existencia”, apostilla.
Mínimo 5.000 estudiantes
Pone como ejemplo que en el Archipiélago se acaba de instalar la Universidad Tecnológica de Canarias, institución que pronto deberá tener 5.000 estudiantes como mínimo. “Les conviene que la Universidad de la Laguna y la de Las Palmas de Gran Canaria reduzcan su reputación al máximo y las privadas tendrán el caldo de cultivo perfecto para atraer a nuevos alumnos”, sentencia.
Todo en un contexto donde en junio llegará el periodo de selectividad en el que los jóvenes deberán decidir dónde continuar sus estudios. Sobre la Tecnológica resalta que ha sido aprobada por el Gobierno de Canarias “a pesar de haber recibido el criterio desfavorable de las agencias universitarias”.
"Somos de primera"
“En términos de fútbol, las universidades [públicas] canarias son de primera división y nos están tratando como si fuéramos equipos de regional. Tenemos facultades muy buenas, con investigadores excelentes y una calidad en la docencia brillante e impecable”, reflexiona.
Subraya que uno de los principales problemas es contar con “un presupuesto deficiente” por parte del Ejecutivo regional. “Nos están condenando e impidiendo que sigamos avanzando, pero somos una de las instituciones públicas más rentables, cada euro que se invierte en la Universidad de La Laguna lo multiplicamos por cuatro en transferencias a la sociedad”, asevera.
Ejemplos de éxito
“Hace poco conocíamos que el juez más joven de España era de la ULL. Además, otro estudiante que acaba de salir de Ingeniería está planeando cómo solucionar el problema de las colas en la autopista a través de una un sistema de entrada escalonada a través de semáforos. Tenemos mucho potencial”, reflexiona.
“Por supuesto, hay que incrementar ese potencial con recursos públicos, pero ya de por sí tenemos muy buenas universidades en Canarias y tenemos que apostar por ellas, estudiar en ellas y hacer que vuelvan a estar entre las mejores de España —en el raquin oficial, están en el top 20—”, prosigue.
Otros problemas
Paz resalta que deben seguir escalando con el objetivo de construir una universidad de referencia y que la gente venga a las Islas, retorne el talento joven y se pueda crear un futuro de prosperidad. Más allá de la ‘Macroencuesta Universitaria 2025’, recuerda que uno de los principales inconvenientes en la ULL y la ULPGC es la inversión en infraestructuras.
“La Universidad de la Laguna ha pedido un plan extraordinario en infraestructuras del Gobierno de Canarias para poder abordar todas las problemáticas que ahora mismo hay. En segundo lugar, las privadas están reduciendo el poder que tienen las públicas a la hora de tomar decisiones sobre la política universitaria en Canarias —ambas disponen de representación en los consejos—”, cuenta.
Sistemas de evaluación
Bajo su punto de vista, se deben abordar cambios en la docencia y hacerla atractiva. “Hay que crear sistemas de evaluación y de calificación más justo, donde personas con necesidades específicas, con discapacidad puedan también acceder a los conocimientos”, sostiene el portavoz de ACE.
También considera importante escuchar las demandas de la comunidad y materializarlas. “Pero principalmente los problemas que padecemos ahora mismo como universidades públicas tienen derivados del exterior, de la gestión política y de la presión que las ansias de las universidades privadas y sus promotores nos están imponiendo”, sentencia.
Los rectores
Como publicó este periódico, el rector de la Universidad de La Laguna (ULL), Francisco García, cargó la semana pasada contra el estudio que sitúa a la institución académica como la peor valorada por los estudiantes españoles.
Dudó de su credibilidad y reivindicó que otro más fiable asegura que el 68% de los estudiantes graduados volverían a elegir cursar sus estudios en la institución lagunera. Serra, rector de la ULPGC, se ha sumado al punto de vista de García al no ser, ha dicho, un ranquin fiable.