La escasez de medicamentos es una preocupación general que afecta a todos los puntos del país. Durante el verano, los antidepresivos han desbancado al Ozempic como los medicamentos con mayores problemas de disponibilidad en las boticas, a nivel nacional, según el último informe elaborado por la red digital de farmacias LUDA Partners. 

Esta situación no se ha producido en Canarias, más allá de “casos puntuales”, como indica Rocío Pulido, vocal de Oficina de Farmacia del Colegio Oficial de Farmacéuticos de Las Palmas. No obstante, otros medicamentos sí son más demandados en las Islas y cuesta encontrarlos. 

Falta de medicamentos

En la actualidad, existen incidencias en el suministro de más de 790 presentaciones de medicamentos, según datos recogidos por el Centro de Información de Medicamentos de la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (CIMA - AEMPS).

Según la herramienta LUDA, utilizada para la localización de medicamentos en farmacias, los fármacos más buscados en el Archipiélago en las últimas semanas han sido el Tegretol, utilizado para tratamientos de ciertos tipos de epilepsia y prevención de los trastornos maníaco depresivos (bipolares), así como Pylera, enfocado a tratar pacientes adultos que tienen o han tenido una úlcera causada por la bacteria H. pylori. 

A esta lista se suma Mounjaro, que se utiliza para tratar a adultos con obesidad o sobrepeso, además del conocido Ozempic, enfocado a la diabetes, y Tobrex, un antibiótico para tratar las infecciones de la superficie de los ojos. 

“Mensaje de tranquilidad”

Pulido asevera que "lo primero que hay que hacer es lanzar un mensaje de tranquilidad a los pacientes que tienen pautados este tipo de fármacos y a la población en general”. Poniendo de ejemplo los casos puntuales de falta de suministro con algunos antidepresivos, destaca que “esto no significa que los pacientes se hayan quedado sin tratamiento”. 

“En ocasiones ocurre que falta una marca concreta o una presentación determinada -por ejemplo, una caja con un número de comprimidos o una dosis específica-, pero en la gran mayoría de los casos se dispone de alternativas con el mismo principio activo y la misma eficacia. Esto permite que se pueda seguir atendiendo a los pacientes sin que tengan necesidad de interrumpir su tratamiento", explica.

Protocolos de actuación 

La vocal remarca que es importante saber que estos desabastecimientos suelen ser puntuales y no generalizados, sabiendo que, tanto desde la administración como desde las farmacias, existen protocolos establecidos para garantizar que ningún paciente se quede sin el tratamiento prescrito. En los pocos casos en que no haya disponible la opción habitual, en coordinación con su médico se busca la alternativa más adecuada en ese momento.

"Entendemos", señala Pulido, "que puede generar cierta preocupación acudir a la farmacia y no encontrar exactamente la caja que hemos utilizado durante el tratamiento, pero eso no significa que los pacientes se estén quedando sin cobertura”. 

Como experta, recomienda que lo mejor en estas situaciones es consultar con el farmacéutico, que “podrá explicar las opciones y garantizar que el tratamiento siga con total seguridad", y añade: "particularmente, antes estas posibles modificaciones, le explico al paciente que lo que le cura no es la caja, sino lo que va dentro".