Guía para pasear por el casco de La Laguna con (un mínimo) criterio arquitectónico

Las casas del centro de Aguere componen un elocuente legado histórico que nos transporta a épocas pasadas de la historia de la ciudad y la isla

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La heráldica de la Casa del Corregidor nos relata la historia de uno de los edificios más emblemáticos de La Laguna./ Ayuntamiento de La Laguna.
La heráldica de la Casa del Corregidor nos relata la historia de uno de los edificios más emblemáticos de La Laguna./ Ayuntamiento de La Laguna.

Bastan algunos apuntes históricos para que un paseo por el casco antiguo de La Laguna se convierta en un viaje pasado. La arquitectura de las casas de Aguere conforma un relato que nos acerca a la vida de quienes poblaron la ciudad siglos atrás y nos legaron un patrimonio histórico que, como herederos, tenemos la obligación de proteger. Dicen que no se puede amar lo que no se conoce, así que para valorar el legado cultural e histórico de La Laguna lo primero es comprenderlo, y así aprender a disfrutarlo y trabajar por conservarlo.

Tanto en las tres calles fundacionales de la ciudad -Herradores, Obispo Rey Redondo (La Carrera) y San Agustín- como en sus inmediaciones las casas se alzan como testimonio palpable del pasado de la urbe y de toda la isla. La ruta titulada 'Descubrir la arqueología urbana en San Cristóbal de La Laguna', ofrecida por el Ayuntamiento y a cargo de la empresa Cultania, ofrece una categorización para aproximarse a los distintos tipos de construcciones, entre las que destaca las casas armeras, las casas comerciales y las casas granero. Esta distinción permite al paseante indagar en las funciones de cada edificio y entender a qué usos responden las peculiaridades de su arquitectura.

Casa Capitanes Grales Ayto LL
Casa de los Capitanes Generales o Alvarado Bracamonte./Ayuntamiento de La Laguna.
 

Una fuente y dos casas armeras

La Plaza del Adelantado, denominada así en honor del conquistador de Tenerife y La Palma, Alonso Fernández de Lugo, es el punto de partida de un paseo que arranca contemplando la fuente central, que data del siglo XIX y está construida en bloques de mármol de Carrara, que viajaron hasta Tenerife para ser ensamblados en destino. Este noble material toma su nombre de la provincia italiana donde se ha extraído históricamente y está presente en joyas del arte universal como el Panteón de Agripa o la Columna de Trajano, pero también en obras escultóricas como el David de Miguel Ángel. 

Cuando embocamos la calle Obispo Rey Redondo, en el lateral del Ayuntamiento, aparece el la fachada frontal de la Casa del Corregidor, aunque desde hace unos años tan solo podemos contemplar una reproducción en la lona de protección que lo cubre. Supone uno de los ejemplos más evidentes de casa armera por su portada de toba roja, material precursor del duro y resistente basalto negro. En la parte más alta se ubica el escudo imperial de Carlos V presidiendo en el centro de este inmueble que albergó la primera sede del Cabildo en el siglo XVI. Flanqueando la puerta, otras dos pistas heráldicas: el escudo de Tenerife y el del primer corregidor, Jerónimo Álvarez de Sotomayor, residente en el inmueble y máximo representante de la Corona para el gobierno política, judicial y militar de la isla.

Escudo TF Patrimonio LLREC
Escudo de Tenerife en la fachada de la Casa del Corregidor./
 

En el edificio contiguo, la portada de cantería formada por dos cuerpos, que enmarcan la puerta y el balcón superior, nos advierte de otro ejemplo de casa armera. Es la Casa Alvarado Bracamonte, edificada por el entonces Capitán General de Tenerife, Diego de Alvarado Bracamonte. Desde el siglo XVII albergó la residencia de las supremas autoridades militares por lo que popularmente es conocida como la Casa de los Capitanes.

La Alhóndiga, casa comercial

Este edificio pertenece a una tipología distinta de las casas armeras, donde se concentraba el poder militar. La Casa de la Alhóndiga es una de las edificaciones más representativas en la categoría de casas comerciales. Coronada por el escudo de Felipe V, cuyo nombre puede leerse en la inscripcion de la portada, este inmueble cumplía las funciones de notaría y cobro de impuestos, así como el registro de las distintas actividades económicas de la isla. Este inmueble construido en el siglo XVII fue reformado de acuerdo al estilo neoclásico en a mediados del silglo XIX. En esta centuria fue una cárcel durante la Guerra de Secesión, Juzgado de Partido, cuartel militar y posada mientras que, ya en el siglo XX, funcionó como alojamiento de la Guardia Civil, cuartel de la Compañía de ametralladoras, hospital durante la gripe de 1918, escuela y juzgado.

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Durante siglos, la Casa de la Alhóndiga albergó el registro comercial de Tenerife./ Ayuntamiento La Laguna.
 

Además de estos usos, la Casa de la Alhóndiga sirvió como almacén de trigo para los labradores más pobres, así como de vivero de semillas. De esta forma funcionaba también como reserva del Cabildo para los excedentes de las cosechas. En cualquier caso, por sus funciones y tipo de arquitectura se enmarca dentro de la categoría de casa comercial por su importancia como registro de las transacciones comerciales que se llevaban a cabo. Fuera del municipio podemos encontrar otros ejemplos de pósitos para guardar cereales, como la Alhóndiga del Calvario, en Tacoronte, con un diseño muy diferenciado debido a que se empleaba exclusivamente como almacén de trigo.

Ossuna, casa granero

Durante siglos la disponibilidad de reservas alimenticias era una prioridad dado que el aislamiento, unido a una temporada de malas cosechas, podía ocasionar hambrunas en la población. Por este motivo en las calles de Aguere aún podemos encontrar también casas granero, como testigos de una época donde la producción agrícola era el principial, y en muchos casos único, sustento de los tinerfeños. La Casa de Ossuna es sin duda una de las edificaciones más representativas de esta categoría y se caracteriza por su doble planta, que permitía almacenar el grano en altura para evitar la humedad y los roedores, de la misma manera que encontramos en los horreos del norte peninsular.

Casa Ossuna Ayto LL
La Casa de Ossuna servía como granero./  Ayuntamiento La Laguna.

A través de los altos ventanales podían cargar y descargar las fanegas de trigo cuando los carros venían muy cargados, lo que facilitaba la labor de almacenaje. En algunas ocasiones las casas granero disponían de balconadas, como la que apreciamos en la Casa de Ossuna, donde podía ponerse el trigo a secar al sol antes de guardarlo dentro del edificio. Por supuesto las casas mencionadas son tan solo una pequeña muestra de la arquitectura lagunera pero, a partir de estos ejemplos, podemos educar la mirada para encontrar pistas en los escudos, las portadas, las ventanas o los balcones que nos aproximen a las funciones que cumplía cada edificio.

El siguiente paso consiste en echarse a caminar como un explorador por el casco histórico de La Laguna, provisto de agua, una gorra y sobre todo curiosidad por desentrañar cómo vivían quienes caminaron por esas calles antes que nosotros. Poco a poco se va encontrando el gusto por detenerse a mirar lo que antes solo veíamos de pasada.