Los casos de maltrato infantil y de problemas de salud mental entre adolescentes canarios han sufrido un aumento tras la pandemia de la COVID-19. Esta coyuntura ha conducido a los expertos en el ámbito de la Pediatría a congregarse en la XXVII Reunión Anual de la Sociedad Española de Urgencias de Pediatría (SEUP) en busca de soluciones. El evento se ha celebrado en el Palacio de Congresos de Canarias del 18 al 20 de mayo.
Los datos han alarmado a la comunidad pediátrica, que opina que la cantidad de sucesos recogidos refleja la gravedad de la situación. Se ha detectado una media de cuatro casos de maltrato infantil (edades entre 0 y 15 años) al mes en el territorio. Entre ellos, se han visto afectados incluso bebés menores de 10 meses de edad. Dentro de las situaciones de maltrato, constan menores intoxicados con sustancias estupefacientes, como cocaína y heroína, halladas en sus propios domicilios.
Negligencia parental
Algunos de los indicadores que alertan a los pediatras sobre posibles situaciones de maltrato infantil son la negligencia parental y lesiones como traumatismo craneales, fracturas o golpes inexplicables. Los especialistas en este área están capacitados para evaluar y explorar el por qué de las lesiones y las circunstancias en que pudieron generarse. Si hay sospecha de maltrato, el médico procede a activar los protocolos de actuación correspondientes.
El núcleo familiar es el principal ámbito en el que se produce el maltrato, en la mayoría de casos. Por esta razón, Canarias implementará próximamente el Protocolo Autonómico sobre Malos Tratos y Violencia Infantil. Con esta medida, se pretende establecer espacios especializados y seguros en los hospitales para atender de manera integral a las víctimas. Y así, también ofrecer un ambiente de confianza donde poder recoger el testimonio de los afectados en una única sesión, evitando que revivan múltiples veces el episodio traumático.
Ansiedad, depresión y TCAs
En esta edición de la SEUP, se reparó, asimismo, en la crisis de salud mental entre menores y adolescentes. La disminución de las relaciones sociales, a causa del confinamiento por la pandemia de la COVID-19, y la propia realidad sanitaria han impactado de manera significativa en la infancia y adolescencia. Se le suma a las circunstancias mencionadas, el abuso de las redes sociales, que han contribuido al aumento exponencial de patologías relacionadas con la salud mental, como ansiedad, depresión, fobias y trastornos alimenticios, entre ellos la anorexia y la bulimia.
Los expertos en Pediatría consideran imprescindible abordar de forma urgente tanto el maltrato infantil como los problemas de salud mental en menores, estableciendo enfoques interdisciplinarios. Los profesionales de la medicina pediátrica que acudieron a la cita en el Palacio de Congresos han expresado su compromiso para continuar implementando estrategias preventivas, mejorar la detección temprana y fortalecer los protocolos de intervención. Además, han resaltado lo importante que es seguir formándose en el campo para poder identificar los casos y ofrecer la ayuda necesaria a los niños y adolescentes que se encuentran en situaciones vulnerables.
Primeros auxilios
Durante el encuentro, destaca también la realización de talleres de primeros auxilios tanto para niños y niñas, familiares y docentes. Para el personal médico supone una asignatura pendiente en España, si se compara con otros países europeos, donde la formación en maniobras de atención a emergencia está más implantada en los centros educativos. En los países nórdicos, la tasa de eficacia en salvar la vida de un paciente en parada cardíaca súbita supera el 70 %, mientras que en España dicha tasa es inferior al 10 %.
La iniciativa ha sido organizada por Marta Nonide, de ‘RCP desde mi cole’, junto a la Fundación DISA y el comité organizador de la reunión. Los talleres han proporcionado conocimientos prácticos y fundamentales sobre primeros auxilios, incluyendo la forma correcta de reconocer una situación de emergencia y cómo realizar una RCP de manera eficaz.