El Juzgado de lo Penal número 3 de Arrecife (Lanzarote) ha dictado una sentencia firme contra un pescador por la captura y muerte de un tiburón angelote (Squatina squatina), una especie catalogada en peligro crítico de extinción. El condenado ha sido considerado autor de un delito contra la flora y la fauna por la pesca de especies protegidas, tipificado en el artículo 334.1 del Código Penal.
La resolución judicial impone tres años de inhabilitación para ejercer la pesca y la caza, una multa de 18 meses con cuota diaria de ocho euros, así como el pago de las costas procesales, sin posibilidad de recurso ordinario.
Denuncia y papel de ADACIS
La asociación medioambiental canaria ADACIS fue la entidad que presentó la denuncia en noviembre de 2023 ante el SEPRONA de la Guardia Civil en Lanzarote, tras tener conocimiento de la captura y descuartizamiento de al menos un ejemplar de angelote, hechos que llegaron a difundirse en redes sociales.
Durante cerca de dos años, ADACIS ha ejercido la acusación particular en el procedimiento. Se trata de la segunda condena en la que participa la asociación por pesca ilegal de especies marinas protegidas, tras otra sentencia dictada en noviembre de 2023 contra un ciudadano que promocionaba como atractivo turístico la pesca de rayas y tiburones protegidos en Lanzarote.
Una actividad prohibida por ley
La sentencia recoge que el acusado actuó a sabiendas de la prohibición, contraviniendo diversas normativas de protección, entre ellas varias órdenes ministeriales, reglamentos de la Unión Europea y el Catálogo Español de Especies Amenazadas, que prohíben expresamente la captura del tiburón angelote.
Estas disposiciones excluyen al angelote de las especies autorizadas para la pesca marítima de recreo, al tratarse de un animal estrictamente protegido por la legislación canaria, estatal, europea e internacional.
Un precedente para la protección marina
ADACIS valora la sentencia como un referente legal de gran relevancia para la sociedad canaria y para la protección efectiva de la biodiversidad marina del archipiélago. La asociación subraya que los esfuerzos realizados por administraciones públicas, universidades y organizaciones conservacionistas para evitar la extinción del angelote no pueden verse socavados por prácticas ilegales.
La entidad recuerda que la pérdida de un solo ejemplar puede resultar decisiva para la supervivencia de la especie en Canarias, donde se localiza uno de sus últimos refugios en el mundo.
Impacto ecológico y económico
Además de su papel esencial en el ecosistema marino y costero, la presencia del tiburón angelote contribuye a la economía local, especialmente a través de su observación en actividades subacuáticas recreativas vinculadas a centros de buceo.
ADACIS considera que esta condena supone un paso más en la lucha contra la impunidad de la pesca furtiva de especies protegidas y anima a la ciudadanía a colaborar alertando a las autoridades ante cualquier hecho similar que se detecte en las islas.
