Un vecino de Las Cuevecitas, "inseguro" por la presencia de extraños en el barranco El Rincón

Un residente de la localidad de Candelaria asegura haber visto a personas y escuchar ruidos y voces en las proximidades de su casa a altas horas de la madrugada

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Barranco del Rincón, en Las Cuevecitas / CEDIDA
Barranco del Rincón, en Las Cuevecitas / CEDIDA

Noche de incertidumbre y tensión las que están viviendo algunos vecinos de la calle El Balo, en el barrio de Las Cuevecitas, Candelaria. Según publicó un residente de la localidad, llevan varias noches escuchando movimiento y murmullos en el barranco El Rincón, que se encuentra justo detrás de la vivienda, generándole inseguridad a él y a los suyos.

“Ya van dos noches seguidas escuchando gente metida en el barranco y no sabemos las intenciones”, reconoce Fran, este vecino, a Atlántico Hoy. “Ya el otro día bajamos con linternas, nos metimos en el barranco y se fueron separando”, añade sobre los extraños que merodean su hogar. "Es inseguridad e incertidumbre"

Zona familiar

Según cuenta Fran, en el entorno son tres casas familiares pegadas, en las que se encuentran su hermana, su madre y él. “No me falta de nada en casa ni en la cueva que tengo al lado del barranco. Sin embargo, ves por donde estuvieron caminando por los matos rotos y escarchados, y ya uno no sabe por qué siguen ahí toda la noche metidos”, espeta.

Tal es así que confirma que han logrado ver a una de estas personas “de lejos” y a otro más cerca al que observaron “las botas y los pantalones”.

“Están metidos, sobre todo, pegados al risco, que es donde están los matos más grandes. Y se hacen sonidos entre ellos, que será para ir sabiendo dónde están, porque van sin luces”, agrega.

Sin ruidos con la Guardia Civil

En este contexto, y tras avisar en las redes sociales a sus vecinos, explica que también se puso en contacto con la Guardia Civil durante las dos noches de incertidumbre. “La Guardia Civil vino las dos noches y en la segunda, que estuvieron más tiempo, dieron varias vueltas, pero no vieron nada”, señala. “Es algo raro de explicar, porque se oyen, pero no se ven y se quedan moviéndose por los matos a gachas, pero cuando está la Guardia Civil esa gente ni se inmuta”, añade.

De esta manera, confirma que otros vecinos también estuvieron en una de las noches alumbrando con linterna mientras los oían moverse.

Vigilancia

Con todo, Fran, que apenas ha podido dormir durante 48 horas, se tuvo que pedir el día libre este martes en el trabajo “para no dejar la casa sola, por si acaso”. Así, indica que aprovechó a investigar con la luz diurna. “Por el día no se escucha ni se ve nada. Solo lo caminado de por las noches”.

“Es una ruina, pero es lo que toca. Aparte de llamar a la Guardia Civil, estoy haciendo cositas a ver si por lo menos consigo ver una cara. Con eso tengo para no estar con estos nervios ni tenso”, finaliza.

Contactada por Atlántico Hoy, desde la Guardia Civil confirman el desplazamiento de patrullas a la zona, pero al no ver nada en la inspección no pueden hacer nada más allá, por lo que animan a los vecinos que, si lo ven conveniente, pongan una denuncia en el cuartel.

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