El debate sobre el cambio de hora vuelve a la actualidad con la llegada del horario de invierno. Mientras la Unión Europea sigue sin decidir si eliminará el ajuste estacional en 2026, la pregunta clave sigue en el aire: ¿qué horario sería más beneficioso para Canarias, el de invierno o el de verano?
Aunque las conclusiones generales apuntan a que el horario de invierno es el más equilibrado para la mayor parte de España, Canarias se encuentra entre las excepciones. Así lo indica María de los Ángeles Rol de Lama, investigadora en Cronobiología de la Universidad de Murcia, quien participó en los estudios sobre los efectos de la luz en el reloj biológico y fue entrevistada por Maldita.es.
Un caso diferente en el Atlántico
Según la experta, los análisis realizados muestran que el horario de invierno (UTC+0 en Canarias) es el que mejor sincroniza el reloj biológico con la jornada laboral y escolar en el conjunto del país. Sin embargo, en el caso del Archipiélago, su posición geográfica más occidental y cercana al meridiano de Greenwich modifica los efectos de la luz solar.
“En nuestras simulaciones vimos que el horario más equilibrado era el de invierno, excluyendo Canarias y Baleares, donde las condiciones de luz son diferentes”, explicó la investigadora en declaraciones recogidas por Maldita.es. En las islas, los amaneceres y atardeceres se ajustan mejor de forma natural a los ritmos circadianos, por lo que el cambio de hora tiene un impacto menor que en la Península.
Más luz, mejor descanso
El informe de la Comisión de Expertas para la Reforma Horaria, creada por el Gobierno en 2018, respalda que la luz matutina ayuda a sincronizar el ritmo circadiano, reduciendo los síntomas depresivos y mejorando la calidad del sueño. De mantenerse el horario de invierno, los escolares y trabajadores iniciarían su jornada con más luz natural, algo especialmente importante para el bienestar y el rendimiento cognitivo.
La Sociedad Española del Sueño y la Sociedad Europea de Ritmos Biológicos coinciden en que el horario de invierno sería el más beneficioso para la salud general, ya que reduce la exposición tardía a la luz artificial, una de las principales causas de insomnio en la población europea.
Canarias, entre la salud y el turismo
En el caso de Canarias, sin embargo, los expertos advierten que los efectos del horario no deben analizarse solo desde el punto de vista biológico. La economía de las islas depende en gran parte del turismo y las actividades al aire libre, por lo que mantener más luz durante la tarde —como ocurre con el horario de verano— podría tener efectos positivos en el sector y en el consumo local.
“El horario de verano favorece el ocio, la hostelería y el comercio, especialmente en zonas turísticas”, señala el informe. Además, se asocia a una menor siniestralidad vial, ya que disponer de luz en las últimas horas del día reduce los accidentes producidos al anochecer, cuando la fatiga laboral aumenta.
Un debate que sigue abierto
Las encuestas del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) reflejan que la mayoría de la población española prefiere el horario de verano: un 65 % en 2018, que subió hasta el 71 % en 2022 y se mantiene cerca del 68 % en 2023. En Canarias, donde el impacto del amanecer tardío es menor, esta preferencia podría ser incluso mayor.
Aun así, la comunidad científica insiste en que cualquier decisión debe basarse en datos fisiológicos, no solo económicos. En palabras de Rol de Lama, “la luz matinal es la más efectiva para el organismo, pero el horario óptimo depende también del contexto social y geográfico de cada región”.
A la espera de una decisión europea
De momento, el cambio de hora seguirá aplicándose dos veces al año. La Unión Europea mantiene el calendario de ajustes al menos hasta octubre de 2026, cuando se decidirá si se elimina definitivamente el sistema.
En Canarias, la cuestión va más allá de una hora más o menos: implica buscar un equilibrio entre la salud, la productividad y el turismo, tres pilares que definen la vida en el Archipiélago.
