La noticia del fallecimiento de Jane Goodall a los 91 años ha conmocionado al mundo entero. La pionera de la etología, reconocida por su investigación sobre el comportamiento de los chimpancés y su incansable labor en defensa de la naturaleza, deja tras de sí un legado que trasciende fronteras. Su amor por los animales, su firmeza en la protección de los ecosistemas y su capacidad de inspirar a generaciones enteras la convirtieron en una de las voces más influyentes de la ciencia del siglo XX y XXI.
En Canarias, su figura también ocupó un lugar especial. La relación de la primatóloga británica con las islas fue estrecha y constante a lo largo de las décadas, dejando huellas tanto en Tenerife como en La Palma.
Reconocimiento en La Palma
En 2025, el Paseo de las Estrellas de la Ciencia de La Palma incorporó el nombre de Jane Goodall a su lista de personalidades distinguidas. Fue un reconocimiento simbólico pero profundo, que vinculó para siempre su memoria a la llamada Isla Bonita.
La decisión subrayó la importancia que tuvo su labor a nivel internacional y su capacidad para acercar la ciencia al público general, inspirando también a investigadores y conservacionistas canarios.
Vínculo con Tenerife
La relación de Goodall con Tenerife se remonta a los años 50, cuando la joven investigadora viajó a la isla atraída por los experimentos del psicólogo alemán Wolfgang Köhler en la Casa Amarilla de Puerto de la Cruz.
Ese lugar, donde se llevaron a cabo estudios pioneros sobre la inteligencia de los primates, resultó crucial en su formación. Décadas después, Jane Goodall seguiría recordando la importancia de aquel centro, que contribuyó a transformar la visión científica sobre el comportamiento animal.
Apoyo a la Casa Amarilla
En 2011, durante su participación en el foro Enciende La Tierra, la etóloga aprovechó su visita a Tenerife para reivindicar la restauración de la Casa Amarilla, que entonces se encontraba en estado ruinoso. Según recoge el propio Instituto Jane Goodall, la científica no dudó en pedir a las autoridades locales la conservación del inmueble, convencida de que se trataba de un espacio de enorme valor histórico y científico.
Su apoyo puso de nuevo en el mapa la necesidad de proteger este lugar, recordando que el futuro de la ciencia también depende de la memoria de quienes la impulsaron.
Última visita a la isla
El último viaje de Goodall a Tenerife tuvo lugar en 2023, cuando regresó a las islas para participar en diferentes actividades relacionadas con la conservación de la fauna y el medio ambiente.
En esa ocasión, conoció de primera mano el trabajo del Centro de Recuperación de Fauna Silvestre La Tahonilla, donde quedó una placa en su honor como reconocimiento a su trayectoria en defensa de los animales. Allí alabó el esfuerzo de Canarias en la protección de especies y la recuperación de fauna afectada.
Compromiso con la naturaleza
Su paso por Tenerife también incluyó la visita a las zonas afectadas por el gran incendio forestal de aquel año. La primatóloga mostró interés en comprender el impacto ambiental y social de la catástrofe. Además, participó en una suelta de tortugas marinas, en una limpieza de playas y ofreció una conferencia donde volvió a insistir en la importancia de la acción local frente a la crisis climática global.
Con cada gesto, Goodall dejó claro que su activismo no conocía fronteras y que Canarias formaba parte de su lucha universal por un planeta más justo y sostenible.
Un legado inmortal
El fallecimiento de Jane Goodall supone la despedida de una de las figuras más influyentes de la ciencia contemporánea, pero su huella permanece viva en cada reserva natural, en cada proyecto de conservación y en cada investigador que decidió seguir sus pasos.
En Canarias, su memoria queda ligada a La Palma, donde su nombre brilla en el Paseo de las Estrellas de la Ciencia, y a Tenerife, donde su relación con la Casa Amarilla y su apoyo a la protección de la fauna forman parte de la historia reciente de las islas. Más allá de su muerte, Jane Goodall seguirá siendo un referente ético y científico, un recordatorio de que la defensa de la naturaleza es también la defensa de la humanidad.
