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El coordinador en Canarias de la Comisión Europea de Ayuda al Refugiado (CEAR), Juan Carlos Lorenzo (i), junto al joven refugiado maliense Hamed Samoura (d) / EFE - ÁNGEL MEDINA

CEAR explica las causas por las que Moussa, joven de Malí, quedó fuera del sistema de acogida

Aunque todo es mejorable, el sistema es el que es, y la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) no puede saltárselo ni establecer pautas por su cuenta en lo que respecta a la acogida de extutelados, como ha indicado Lorenzo

La realidad en Canarias de las personas que se acogen al sistema de asilo se está desdibujando, si tomamos como punto de partida cómo era la situación cuatro o cinco años atrás.

Solo en el año 2023 fueron 5.900 las personas atendidas en las islas por la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) y en 2024 la cifra alcanza a 5.400 personas, según los datos que nos ofrece Juan Carlos Lorenzo, máximo responsable de CEAR Canarias.

Funcionamiento

El sistema de acogida de solicitantes de protección internacional, dentro del sistema nacional, depende del  Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, y establece diferentes fases de intervención con las personas: una fase de valoración inicial y derivación, una fase de acogida temporal y una tercera fase, que es la fase de autonomía.

“La realidad que se está produciendo en Canarias revela que hay un número significativo de personas extuteladas, solicitantes de protección internacional, que provienen del sistema de protección de menores de la comunidad autónoma”, explica Lorenzo, indicando que estos chicos y chicas entran en una primera fase de valoración inicial y derivación, como ha sido el caso de Moussa Traore, joven llegado en patera desde Malí 

Fases de valoración inicial

El sistema establecido conlleva unas pautas claras. “Una persona llega, solicita asilo y acredita o declara que no tiene recursos económicos y esa persona accede al sistema de acogida”, comenta señalando que este sería un primer paso pensado para personas recién llegadas y sin arraigo.

En esta primera fase las personas son atendidas, “pero ese primer momento no está pensado para intervenir de una manera profunda en las personas, está pensado como una acogida provisional hasta que el Ministerio les asigne una plaza de acogida temporal, con carácter estatal, donde haya una plaza libre”, con lo que la plaza queda asignada y no hay capacidad de escoger.

Fase de acogida temporal

“En CEAR no tenemos capacidad para poder orientar la asignación en una plaza de acogida temporal en Canarias, porque no hay”, afirma, añadiendo que las únicas excepciones para esperar por una plaza en el territorio donde ya se encuentran estas personas, pasan o por una cuestión médica significativa o por contar con familiares de primer grado en el lugar.

“Estas son las dos posibilidades para no hacer frente a la asignación de plazas y esperar a que haya una plaza libre en el territorio” y a ninguna de estas dos ha podido acogerse Moussa Traore, el joven maliense que se ha visto fuera del sistema de acogida de CEAR

Se intentó

"En el caso de Moussa hemos hecho gestiones con el Ministerio, a la vista del arraigo que el chico manifiesta, con la intención de evitar la asignación de la plaza. Y nos lo han negado desde el Ministerio porque no hay argumentación que lo justifique”, al no tratarse de una cuestión de salud ni de contar con familiares de primer grado en las islas.

El Ministerio de Migraciones le asignó a Moussa una plaza de acogida temporal en Sevilla y rehusó a ella, “y ante eso, la única alternativa es la salida del sistema”, indica, añadiendo que son varios los motivos por los que una persona queda fuera del sistema.

Salida del sistema de asilo

Existen diferentes causas por las cuales las personas salen del sistema de acogida. Una de ellas gira en torno a la superación de ingresos económicos, “si desarrollan una actividad laboral y cobran más de 658,81 euros, que es la cuantía del Ingreso Mínimo vital

Otro motivo para quedar fuera es la  denegación de la solicitud de protección internacional, por abandono voluntario y por renuncia a la asignación de plazas a la acogida temporal. “Y ante eso, no tenemos opción. Nosotros no expulsamos a la gente de los alojamientos, sino que existe un procedimiento que no nos da opción. Nosotros tenemos límites y limitaciones”.

Practicar deporte no es suficiente

En Canarias hay muchas personas jóvenes extuteladas, que proceden del sistema de protección de menores y, por tanto, manifiestan un arraigo en el territorio, pero ese tipo de consideración no es contemplado por el sistema a la hora de asignar una plaza de acogida temporal.

Moussa llevaba muchos meses entrenando en su equipo de fútbol, una circunstancia que es contemplada como arraigo por CEAR, “Nosotros somos conscientes de esto, pero no es una justificación que se pueda presentar al Ministerio” y esperar a que seea tomado en consideración. “Nosotros somos permeables a entender las situaciones de arraigo y es una realidad que nos está preocupando de una manera significativa”.

Sí sabíamos que entrenaba

Sin querer entrar en polémica, pero ejerciendo su derecho a explicar lo sucedido, Lorenzo comenta que los y las jóvenes de CEAR no están abandonados y se les atiende en sus necesidades básicas. “Sabíamos que iba a entrenar y se le guardaba la cena”

Además, explica que, siendo conocedores de la necesidad de que Moussa contara con material deportivo, se gestionó una financiación para comprarle unas botas de fútbol, por lo que sí que estaban enterados de las idas y venidas del muchacho.

Moussa fue informado

Antes de que el joven maliense firmara la renuncia, comenta el responsable de CEAR que se le comunicó a su entrenador que no existía otra alternativa porque, al ser un sistema de competencias a nivel ministerial, la ONG está limitada y no cuenta con un margen de acción.

Por otro lado, desde la entidad no gubernamental sostienen que el chico tiene las competencias lingüísticas suficientes para comprender y que se le ha informado de todo el proceso. “El chico ha recibido asesoramiento jurídico en más de cuatro ocasiones”, como figura en la base de datos de la entidad.

El sistema marca los pasos

Desde CEAR se reafirman en lo complicado de este sistema “Somos muy conscientes de este arraigo y de que es extremadamente duro el tener que comenzar de nuevo en otro sitio, donde no conoces a la gente. Somos muy conscientes de eso, pero no tenemos opción con respecto a ese tipo de cosas”.

En cuanto al documento firmado por el chaval, Lorenzo insiste en dejar claro no hay un consentimiento viciado, “el chico tiene el nivel suficiente de idioma como para poder entender y ser conscientes de lo que estamos hablando”, añadiendo que se pide la presencia de un traductor -siempre un profesional-, cuando “se trata de una persona que no tiene la competencia lingüística necesaria para ello”.

Lo que está claro es que el sistema de acogida de CEAR se encuentra sobredimensionado, al igual que lo están los recursos de acogida para menores no acompañados y que, ni en un caso ni en otro se puede asignar desplazamientos a la carta.