El pudor y las falsas creencias que alimentan el miedo a consultar con un especialista son a día de hoy los factores que menos favorecen la salud sexual especialmente entre los hombres. Un análisis elaborado por Boston Medical Group España (BMG) con más de 16.000 pacientes atendidos en los últimos diez años por disfunción eréctil lo ha confirmado.
El estudio reveló que el 36% de los hombres con disfunción eréctil pasa más de tres años sin recibir tratamiento para esta patología, El 80% de los pacientes que llegan a las clínicas de BMG por motivos relacionados con la eyaculación precoz llevan con el problema desde que iniciaron sus relaciones sexuales, cuando la edad media de ellos es de 43,5 años. En el caso de la disfunción, la edad media de los pacientes atendidos aumenta hasta los 56,2.
Otro estudio elaborado por el grupo Hospiten indica que solo dos de cada diez afectados por una disfunción sexual acuden al médico, aunque en los últimos años el porcentaje ha aumentado levemente. Los principales problemas que se abordan en la consulta de andrología en el varón son la disfunción eréctil y las enfermedades de transmisión sexual.
La disfunción eréctil afecta en global al 18% de los varones, cifra que se eleva hasta el 30% en el grupo de edad comprendido entre los 60 y 70 años. Constituye un importante marcador del estado de salud general del hombre al estar asociado a un mayor riesgo de presentar enfermedad cardiaca, además de afectar a la seguridad de los propios pacientes, produciendo estrés y baja autoestima.
Hay que vencer el miedo
La vergüenza y el miedo a consultar problemas de salud de este tipo, se debe, en parte, a una serie de falsas creencias que contribuyen a “ver al hombre como una figura que siempre tiene que responder durante la actividad sexual y nada en él puede fallar”, señala el doctor José Benítez, director médico de BMG.
Sin embargo, los especialistas resaltan que esto son ideas falsas, puesto que los hombres, al igual que las mujeres, sufren modificaciones de la libido debido a diferentes factores como pueden ser la dieta, la ansiedad o el estrés, así como la falta de sueño, el tabaco o el alcohol.
“Una vida sexual activa y sana repercute en la calidad de vida de la persona. La revisión del urólogo es fundamental para la detección, diagnóstico y prevención de problemaa de salud sexual. Una consulta a tiempo puede evitar la aparición de enfermedades más graves a largo plazo o una ruptura de pareja”, destaca Guillermo Conde, especialista en Urología y Andrología de Hospiten.
José Benítez hace hincapié en el hecho de que hay mitos que, a su vez, pueden influir en la calidad de las relaciones sexuales “pues la obsesión por el tamaño, la edad o la necesidad de llegar al orgasmo y que la pareja también lo consiga, puede hacer que no se disfrute de ello”, concluye.