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Espacio de aparcamientos reservado a través de unos conos en Las Chafiras / ÁNGELES BELTRÁN

Controversia en Las Chafiras por el uso ilegítimo de aparcamientos públicos: "¡Es insostenible!"

Ciudadanos se quejan de que las empresas colocan conos en la vía pública para reservar espacios, cuando no llenan los aparcamientos de coches en espera de ser tratados

El problema de aparcamiento, como es normal, no es un problema centro en Santa Cruz de Tenerife, como está de actualidad, sino que es un mal endémico en la isla, sobre todo en zonas comerciales.

En este contexto, en un punto ya de por sí problemático en cuanto al tráfico como es Las Chafiras, el polígono comercial sigue siendo un ring metafórico en la búsqueda de aparcamientos cada día.

Tal es así, que una ciudadana ha puesto el grito en el cielo por, señala, actitudes de los numerosos talleres que se ubican en la calle Tilena.

Denuncia

“El tema de Las Chafiras y los talleres ya es insostenible. Calle Tilena, llena de vehículos para reparar, el aparcamiento público de tierra lleno de vehículos. ¿Lo nuevo? Que ahora los mismos talleres se reservan los aparcamientos con conos, y pobre del que intente aparcar¡¡¡¡”, expresaba indignada una vecina. "Ojalá existiera algo como la Policía Local o algo similar en San Miguel al que pudiera llamar...", agregaba con ironía.

Las propias imágenes que acompañaban la denuncia en redes sociales confirmaban sus palabras, donde se veían espacios libres ocupados por conos, además de la situación de coches en dudosas condiciones ocupando la vía pública.

La arista diferencial es que hay casi una decena de talleres en apenas 200 metros de calle, por lo que uno se puede hacer la idea de los aparcamientos en este punto.

Versión de los talleres

Atlántico Hoy ha podido hablar con alguno de los responsables de talleres desde el anonimato para exponer su postura ante esta denuncia ciudadana. “Sí que ponemos conos, porque ya sabes cómo está esto en Las Chafiras, que no cabe ni un coche con las obritas que nos están haciendo”, expresa uno de ellos. “Lo tienen lleno de coches y no caben más”, añade.

En este sentido, aclara que, en su caso, los conos los ponen delante de la puerta “porque a veces vienen enteraditos y aparcan ahí”, tapándole las entradas.  Asimismo, destaca que también tiene un vado y que la gente ajena “aparca el coche igualmente”, por lo también colocan unos conos en ese lugar concreto.

Además, relata que, efectivamente, existen varios vehículos abandonados en la vía pública, así como en el solar adyacente. “Todos los coches que hay en el llano son de propietarios que no han pagado a los talleres y que los han dejado porque no vienen ni a buscarlos”, comparte. “Les están robando piezas y baterías porque están ahí botados”, especifica sobre el estado de los vehículos.

Otro de los profesionales consultados es, precisamente, quien tiene alquilado el solar de 2.400 metros cuadrados. “En ese terreno aparco los coches. Se que hay talleres que ponen conos, pero nosotros por el terreno no quitamos parkings de nada”, se defiende.

Tal es así que profundiza, sin querer explicarse mucho más, que en el descampado “hay un par de coches abandonados que no son ni míos”, reivindicando que él cumple con los pagos del alquiler al propietario del solar.

Sanciones por reservar aparcamiento

Según el reglamento de circulación de la DGT en su artículo 122.6 se establecen diferentes sanciones en función de la infracción. Estas van desde las leves (80 euros) hasta las más elevadas (200 euros).

En el primer caso, según el reglamento se sanciona de la siguiente manera cuando una persona ocupa un aparcamiento de pie: "Cuando exista refugio, zona peatonal u otro espacio adecuado, ningún peatón debe permanecer detenido en la calzada ni en el arcén, aunque sea en espera de un vehículo, y para subir a este, solo podrá invadir aquella cuando ya esté a su altura".

Sobre las sanciones elevadas entra el aparcar ocupando dos espacios. Esta acción, recogida en el artículo 91.2 del RGC, establece que se considerará parada o estacionamiento peligroso o que obstaculiza la circulación en situaciones como cuando "la distancia entre el vehículo y el borde opuesto de la calzada o una marca longitudinal sobre ella que indique prohibición de atravesarla sea inferior a tres metros o, en cualquier caso, cuando no permita el paso de otros vehículos".