Las fresas, los nísperos y los albaricoques, las mejores frutas de esta temporada

Asimismo, durante el mes de junio, empieza la cosecha de melocotones, melones y sandias, frutas con un elevado contenido en agua, que contribuyen a nuestra hidratación.

AtlanticoHoy / EFE

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La nutricionista responsable del área de Nutrición y Salud de Nestlé, Laura González, afirma que las frutas y verduras son la base de una alimentación equilibrada y saludable. Asimismo, recalca que, siempre que sea posible, debemos elegirlas de temporada, ya que es cuando están en su mejor momento nutricional y gustativo.

“Durante el mes de marzo termina la temporada del kiwi, la mandarina y la naranja, todas ellas frutas ricas en vitamina C, pero lo podemos compensar con las fresas y fresones, que aparecen en marzo y nos acompañan durante toda la primavera“, afirma González. 

En los meses de abril y mayo, comienza la temporada de nísperos y albaricoques, frutas ricas en betacarotenos; y las cerezas, que son fuente de otras sustancias como las antocianinas, cuyo poder antioxidante prepara nuestra piel para la exposición al sol,“aunque ello no nos exime de protegernos con cremas solares”, recuerda la experta. 

“También, al final de la primavera, durante el mes de junio, empieza la cosecha de melocotones, melones y sandías, frutas con un elevado contenido en agua, que contribuyen a que nuestro estado de hidratación sea óptimo”, añade.

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Albaricoques | PIXABAY

LOS BETACAROTENOS, LOS PRECURSORES DE LA VITAMINA A

El color anaranjado en las frutas, como el albaricoque o el níspero, se debe a su elevado contenido en betacaroteno, el más importante precursor de la vitamina A, como explica la experta. Esta nos ayuda a mantener el funcionamiento normal de nuestro sistema inmunológico, pero sobre todo es conocida por proteger la salud de la piel y de la vista.

“Su pulpa tiene un sabor dulce y ácido equilibrado, y el consumo se hace generalmente en crudo, que es como mejor aprovechamos su valor nutritivo. Además, su elevado contenido en pectina, fibra de tipo soluble, es clave para la regulación del tránsito intestinal, pues contribuye a disminuir los niveles de colesterol en sangre y, en la cocina, facilita la elaboración de texturas tipo gel muy interesantes para mermelada o en jalea”, expone.

Asimismo, afirma que tres albaricoques proporcionan cantidad suficiente de betacaroteno, que se transforma en vitamina A, para cubrir más de la mitad de la dosis diaria. Esta fruta también se puede consumir en forma de orejones, los cuales proporcionan altas cantidades de fibra y potasio.

LAS ANTOCIANINAS, ANTIOXIDANTES QUE NEUTRALIZAN LOS RADICALES LIBRES

Las fresas y las cerezas, otras de las frutas típicas de primavera, deben su color rojo a unos pigmentos naturales llamados antocianinas, unos potentes antioxidantes que actúan neutralizando los radicales libres. 

“Estas sustancias ejercen un efecto protector sobre la salud y los vasos sanguíneos, ya que el proceso oxidativo ocasiona el depósito de colesterol en las arterias”, afirma González. 

“Las fresas y fresones tienen muy bajo aporte energético y bajo contenido de azúcares (alrededor del 5%), fundamentalmente fructosa y glucosa. Contienen una cantidad de vitamina C superior a la de la naranja y además son una buena fuente de fibra”. 

En cuanto a las cerezas, por su parte, “son frutas carnosas de color rojo intenso y de sabor dulce. La recolección comienza generalmente en mayo y se alarga hasta finales de julio. Contienen una cantidad moderada de azúcares, principalmente fructosa y sacarosa, y aportan fibras clave para la motilidad intestinal“, explica la experta.