Así lo han indicado a Efe fuentes de la lucha antiterrorista en referencia a las afirmaciones del alcalde del municipio belga de Vilvoorde, Hans Bonte, quien ha asegurado que comunicó a las fuerzas de seguridad españolas sus sospechas sobre el imán, aunque no mencionó a qué cuerpo policial se refería.
Según el alcalde, tras las gestiones que se realizaron sobre Es Satty, que vivió en la localidad belga a principios de 2016, se concluyó que ni a las autoridades de ese país ni a las españolas contactadas les constaba entonces ninguna prueba ni vínculo directo del imán de Ripoll con actos de terrorismo u otras formas de criminalidad.
El imán de Ripoll, según declaró ayer ante el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu el detenido herido en la citada explosión, estaba dispuesto a inmolarse.
A su nombre han aparecido billetes de avión con destino a Bélgica encontrados entre los restos de Alcanar.