La investigación de los incendios forestales avanza con las nuevas tecnologías. Los satélites y las redes sociales se han convertido en aliados de la Guardia Civil para afrontar la lucha contra las llamas, un combate en el que este verano, como cada año, implicará a todo su personal.Para la Guardia Civil, en general, y para el Seprona, en particular, la prevención de incendios forestales es una prioridad que se plasma en la intensificación que lleva a cabo en la campaña de verano, que comenzó el día 1 y se prolongará hasta finales de octubre, señala a Efe un comandante de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA).En los meses estivales, el instituto armado, además de involucrar a todos sus agentes, activa específicamente a miembros del servicio aéreo, la policía judicial o el escuadrón de caballería, que permite patrullar por zonas de difícil acceso.Según los datos provisionales del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, en 2020 se registraron en toda España 7.745 fuegos, de los que 19 fueron grandes incendios -los que afectan a más de 500 hectáreas-.¿Son muchos o pocos? “Al final lo que importa es que un incendio forestal tiene una gran afectación no solo para el medio ambiente sino también para la población ya que puede provocar desalojos de zonas habitadas y, además, ocasiona importantes daños materiales”, subraya el comandante.
Servicios de vigilancia
En verano los fuegos están directamente relacionados con la climatología y cualquier zona puede ser pasto de las llamas.No obstante, el foco se pone principalmente en los parques nacionales y en los espacios protegidos por su alto valor ecológico y su singularidad, precisa el comandante.El año pasado se desarrollaron miles de servicios de prevención, es decir, tareas de vigilancia que consisten en patrullar zonas boscosas, montes, etc, en base a estadísticas que se elaboran con datos de años anteriores.En las previsiones de incendios influyen mucho las condiciones meteorológicas, aunque el comandante asegura que “al final, los servicios que se planifican siempre van orientados a que se pueda responder de forma eficiente”.Los primeros en llegar
Cuando la prevención no ha podido evitar el incendio y las llamas empiezan a arrasar una determinada zona, la Guardia Civil suele ser la primera en llegar.Su labor consiste en perimetrar la zona, acotar los accesos al lugar de la emergencia para que no entre nadie que no esté autorizado, ayudar en las tareas de evacuación y, por su conocimiento del terreno, guiar a los medios de extinción hasta el frente del fuego.La prioridad en estos casos es impedir que se produzcan víctimas mortales y tratar de que haya los menos daños posibles, explica.La imprudencia, principal causa
Solamente entre un 10 y un 20 % de los incendios forestales son intencionados. En el resto, la causa principal es la imprudencia de ciudadanos que, por ejemplo, utilizan de maquinaria agrícola cuando no se puede, queman rastrojos sin adoptar las mínimas medidas de seguridad, etc.Actividades que se siguen realizando a pesar de las campañas de información del Gobierno, en las que también participa la Guardia Civil, pero que no acaban de calar en la población.¿El motivo? Según el comandante hay varios.- Se trata de actividades muy arraigadas desde el punto de vista tradicional: desde siempre se ha utilizado el fuego para generar pasto y muchas veces a los que lo hacen se les va de las manos.
- También influye “la falsa seguridad en uno mismo”. La persona cree que controla y realiza esa actividad en momentos del día con riesgo o en días que está prohibido sin adoptar las medidas de seguridad que establecen los planes contra incendios forestales de las comunidades autónomas.