El ministro marroquí de Exteriores, Naser Burita, aseguró este jueves que las relaciones entre Marruecos y España atraviesan “un momento inédito”, pero subrayó la necesidad de avanzar en dos asuntos clave que afectan directamente a Canarias: la gestión del espacio aéreo del Sáhara Occidental y la delimitación de la frontera marítima en el suroeste del archipiélago.

Asumir el control aéreo 

Burita señaló que es “anacrónico” que los vuelos entre Marrakech y ciudades saharauis como El Aaiún o Dajla sigan bajo control de España durante parte del trayecto, pese a que —según dijo— la responsabilidad de la seguridad de esos vuelos recae en Marruecos.

Esta reivindicación reabre un debate sensible para las islas, ya que el control aéreo sobre el Sáhara se gestiona desde Canarias, y un cambio en esta estructura sería un movimiento de alto impacto estratégico.

Delimitación marítima

El ministro también se refirió a la discusión en curso sobre la ZEE (Zona Económica Exclusiva) en aguas cercanas al archipiélago, un punto donde Marruecos reclama ampliar sus límites hacia un espacio marítimo de enorme interés geológico, con yacimientos de cobalto, telurio y tierras raras.

Burita afirmó que la cuestión afecta “a todo el espacio atlántico” y confió en que puedan encontrarse “soluciones imaginativas” que preserven “los intereses de España” sin renunciar a las “realidades y derechos de Marruecos”.

El futuro de esa delimitación es especialmente relevante para Canarias, tanto por su impacto económico potencial como por su dimensión geopolítica.

Una relación bilateral 

El ministro destacó el buen momento de la cooperación con España en seguridad, inmigración y economía, áreas que tienen consecuencias directas sobre el archipiélago, especialmente en materia de migración atlántica.

“España es el primer socio económico de Marruecos. La cooperación en seguridad es ejemplar”, afirmó Burita, quien añadió que la posición española sobre el Sáhara Occidental ha sido “un elemento importante” en esta etapa.

Marruecos muestra confianza

Burita insistió en que Marruecos considera a España un “socio de referencia”, pero dejó claro que ambos países deben seguir avanzando en estos asuntos estratégicos que continúan abiertos.

La reunión de alto nivel concluyó con la firma de 14 nuevos acuerdos, pero también con el mensaje de Rabat de que la relación debe ahora afrontar estos puntos clave para el futuro de la región, especialmente en lo que concierne a Canarias, su espacio marítimo y su papel en la gestión del tráfico aéreo del Atlántico oriental.