Todas las playas de postal son iguales: arena fina y dorada, cielo despejado y mar en calma. Pero Canarias, con sus 1.583 km de costa, ofrece mucho más que un estereotipo y sus playas más distintivas -sobre todo en las islas occidentales- a menudo se localizan en zonas escarpadas donde el mar bate con fuerza y revuelve la arena negra volcánica.
El paradigma de esta tipo de arenal salvaje, frontera entre océano y la tierra firme es la playa de Nogales en la isla de La Palma. A criterio de National Geographic se trata de la mejor playa de Canarias y, de hecho, a nivel nacional ocupa el puesto número 13 en el ranking que elabora la prestigiosa publicación.
Situada en la localidad de Puntallana, para acceder a Nogales debemos descender por un camino que nos sumerge en el encanto salvaje de una verde pared regada por la humedad que transportan los alisios. A la hora del baño se debe extremar la precaución por el fuerte oleaje, motivo por el que también suelen congregarse allí surfistas. Sea como fuere esta playa virgen justifica una visita simplemente para disfrutar de un paraje natural único.
Benijo, medalla de plata
Si Nogales es la mejor playa de Canarias para National Geographic, la medalla de plata se la lleva Benijo, en Tenerife. Es otro ejemplo emblemático de playa de arena negra el pie de un acantilado y su encanto natural compite hasta tal punto con la mecionada playa palmera que en listado de las 25 playas españolas ocupa del puesto numero 14, solo uno por detrás de Nogales.
La ruta hasta Benijo es una experiencia en sí misma, a través de un paisaje montañoso en el que, en las condiciones meteorológicas adecuadas, pasaremos de un entorno soleado a una densa niebla provocada por el efecto foehn. Más adelante, al pasar el túnel, desembocaremos en la sinuosas carreteras que conducen al pueblo de Taganana.
Antes de llegar encontraremos otras playas más accesibles, pero menos salvajes. Si finalmente decidimos continuar hasta Benijo deberemos afrontar un descenso costoso por escaleras que finalmente merecerá la pena cuando nos topemos con un paisaje sublime de roques volcánicos repartidos por el litoral.
Papagayo, un encanto distinto
La tercera playa canaria entre las 25 mejores de España es Papagayo, una de las joyas de Lanzarote. Con un encanto distinto a Nogales y Benijo, este arenal dorado otorga al agua un tono esmeralda y transparente. Situada en el sur de la isla, es una de las playas más frecuentadas de la isla por sus grandes dimensiones que permiten a todos los visitantes encontrar un lugar cómodo. Desde allí con solo alzar, la vista puede divisarse el islote de Lobos, así como la isla de Fuerteventura.
Además de las tres playas señaladas, National Geographic también resalta otros puntos del litoral canario, entre ellos el Charco Azul y Cala de Tacorón (El Hierro); La Calera y la Playa del Inglés (La Gomera); el Charco Verde (La Palma); las Dunas de Corralejo (Fuerteventura); El Médano (Tenerife) o Las Canteras (Gran Canaria).