Nueva York dio un paso al frente en la lucha contra el cambio climático al aprobar un paquete de ambiciosas medidas, la principal de ellas la que obliga a ciertos edificios comerciales y residenciales en la ciudad a reducir sus emisiones de carbono.
"Hoy es un día histórico", se escuchó una y otra vez en la conferencia de prensa en las escalinatas del Ayuntamiento, donde una amplia coalición de organizaciones ambientales, comunitarias, sindicatos y políticos se convocaron en apoyo a las medidas ecológicas, en un ambiente festivo.
"Queremos justicia ambiental ahora", gritaban los activistas, que portaban carteles con mensajes como "Es una emergencia, actúen", "Justicia" o "100 por 100 renovable para el 2030".
El Concejo municipal dio luz verde por amplio margen a La Ley de Movilización Climática, que se compone en total de seis medidas.
Se estima que unos 50.000 edificios comerciales y residenciales, responsables del 30 % de la contaminación del aire en la ciudad, se verán afectados por esta legislación.