El Tribunal Superior de Justicia de Canarias (TSJC) ha confirmado la condena a nueve años de prisión impuesta a un hombre por colocar un artefacto explosivo en la vivienda de la expareja de un traficante de drogas en Santa Cruz de Tenerife. Según la resolución, el acusado actuó movido por un “ánimo de represalia y el cobro de una deuda del tráfico de drogas”.

La Sala de lo Penal del TSJC ha desestimado el recurso de apelación presentado por la defensa y ratifica íntegramente la sentencia dictada en febrero por la Audiencia Provincial de Santa Cruz de Tenerife, que ya había considerado acreditada la participación directa del condenado en los hechos.

El tribunal sostiene que el procesado, con ayuda de otro hombre actualmente huido de la justicia, colocó el explosivo en la vivienda de la víctima, que resultó dañada y sufrió lesiones leves. Además, antes de huir, pintó la palabra “paga” en la fachada del inmueble.

La sentencia del TSJC, fechada el 26 de septiembre, mantiene también la pena de dos años adicionales por amenazas graves y obliga al condenado a indemnizar a las víctimas y a la aseguradora Liberty Seguros por los daños ocasionados.

Investigación “exhaustiva y rigurosa”

El tribunal resalta la “exhaustiva y rigurosa” investigación policial que permitió reconstruir los hechos mediante pruebas indiciarias sólidas, como el rastreo de comunicaciones telefónicas y las declaraciones de testigos y coimputados.

La resolución aún puede ser recurrida en casación ante el Tribunal Supremo.