Para entrenar una mirada crítica no hacen falta grandes alharacas, sino estímulos apropiados: un millonario equivocado, un futbolista que antepone el marketing a la ciencia o incluso una niña que desmonta la superchería con un experimento escolar. #stoppseudociencias pic.twitter.com/yOTqNrppMh
— Concísate (@concisate) 8 de noviembre de 2018
Utiliza el ejemplo de Steve Jobs que era, para muchos, un icono moderno. El cofundador de Apple y genio de la informática se convirtió en un hombre admirado por cientos de miles de personas. "Un multimillonario que, a pesar de serlo y de poseer una de las mentes más preclaras de las últimas décadas en el planeta, no estuvo a salvo de caer en las falsas terapias, lo que se sabe que agravó su situación", explica Félix A. Morales. De hecho, cuando Jobs fue diagnosticado de cáncer, en lugar de seguir las recomendaciones médicas, quiso probar otras alternativas que "no lo mataron, pero sí le hicieron perder un tiempo precioso, que al final provocó que, cuando quiso volver a lo que le habían dicho sus oncólogos, era tarde. No se sabe si hoy estaría vivo, quizás no, pero con más probabilidad de estar vivo seguro que sí", asegura este experto. Emplear como ejemplos a personas influyentes hace ver a los jóvenes que "nadie está a salvo de tomar malas decisiones llegado un momento o en un contexto determinado de nuestra vida, así como de caer en terapias para las que, por desgracia, no hay pruebas".
Félix A. Morales con la pulsera tipo 'Power Balance' | AH
También destaca el caso del jugador de fútbol Cristiano Ronaldo, quien hace casi una década promocionó una pulsera que, supuestamente, mejoraba su rendimiento. Al vérsela a su ídolo, se vendieron en España unas 500.000 unidades, las 'power balance'. Según sus fabricantes, con sólo ponértela "se incrementa la fuerza, flexibilidad y resistencia", lo que desde Concísate ponen en duda. "Usamos ese caso porque han pasado de venderse casi medio millón de unidades en España en su momento, valer entre 30 y 40 euros, poder adquirirse en farmacias incluso, a no venderse más, porque realmente nunca valieron nada". Opina que se trata de un boom social: "nos dejamos llevar, y luego, como mismo vino, desapareció", expone Morales.
"Las pulseras nunca valieron para nada, pero en este caso, una gran estrategia de marketing, junto con unas pruebas algo engañosas que realizo frente a los jóvenes, hicieron que mucha gente, incluso el Rey de España, las llevase en su momento". "Creo que les dejo un aprendizaje importante de que no todo lo que hacen muchas personas tiene por qué ser veraz", apostilla Félix A. Morales.
Su última demostración, para la que tan solo necesita una caja de cartón y una moneda, recrea un experimento muy sencillo que efectuó en 1998 una niña norteamericana de nueve años para poner a prueba a las personas que afirman curar con sus manos. "Algunos dicen hacerlo en consultas y cobran por ello", explica el creador de esta iniciativa. La pequeña logró demostrar que, estadísticamente, no había ninguna fuente de energía en la piel. También se convirtió en la persona más joven que ha publicado un artículo científico en una de las mejores revistas de ciencia del mundo, y su trabajo, hasta la fecha, nunca ha sido refutado. Pese a todo, esas terapias siguen a nuestro alrededor. "Es un ejemplo para que los jóvenes vean que, haciendo las preguntas adecuadas, no importa la edad que tengas, puedes hacer ciencia", concluye.
Un nuevo reto divulgativo: 'encender la mirada' en torno a las pseudociencias y sus riesgos potenciales. Gracias a @agenciaiisi y @cienciacanaria por considerar de interés este recurso. #CompartiendoCiencia #SomosCiencia #SCICanarias18 https://t.co/AOzpu6PYt6
— Félix A. Morales (@falmorales) 5 de noviembre de 2018
"Presentamos las tres situaciones de una manera no engañosa, pero sin decirlo todo. Los dejamos en suspense y luego lo resolvemos. Son ejemplos significativos que nos valen para agudizar la mirada, ser escépticos, no negacionistas, pero pedir pruebas a quien dice que hace algo", mantiene el experto, quien destaca que la reacción percibida entre los receptores de esta iniciativa es "muy buena". "Los profesores también me lo han trasladado así y yo estoy muy satisfecho con la actividad. No persigue nada ambicioso, pero que los que participen se queden con que no vale todo, no vale creer en lo que me dijo alguien, lo que parece que funciona. Pueden ser otras razones las que explican esa situación, y a veces solo te cuesta dinero, pero otras te puede costar algo más, como la vida", concluye.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha recibido este mes de noviembre en La Moncloa a Mathew John Brittin, presidente de Google Europa, Oriente Medio y África. En la reunión se han abordado varias cuestiones como la necesidad de fomentar el pensamiento crítico de adolescentes y jóvenes para hacer frente a la desinformación y las noticias falsas o fake news.
La tecnológica y el Gobierno, a través de la Fundación de Ayuda contra la Drogadicción, trabajarán con los principales medios de comunicación españoles en un programa de formación destinado a 30.000 jóvenes y adolescentes con el objetivo de combatir la desinformación a través de cursos que favorezcan el pensamiento crítico y sentar con ello las bases para una ciudadanía bien informada, empoderada y con capacidad analítica, elementos esenciales para fortalecer la calidad democrática.
Con este compromiso común se pretende proporcionar a estos jóvenes las habilidades necesarias para comprender contenidos y mensajes en medios tradicionales e internet, claves prácticas para distinguir lo útil y veraz de los datos falsos, no contrastados o irrelevantes entre la gran cantidad de información que nos rodea, así como la capacidad de producir contenidos veraces y útiles, con rigor y respeto a la propiedad intelectual.
Por otro lado, el Gobierno central también prepara una ofensiva sin precedentes en la Unión Europea contra las pseudoterapias, aquellas disciplinas como la homeopatía que pretenden tener virtudes curativas cuando la evidencia científica ha demostrado que carecen de ellas. El plan, que prevé la aprobación de un real decreto y la modificación de otros cuatro, tiene como fin último expulsar a las también llamadas terapias alternativas de los centros sanitarios y universidades y ha sido presentado en la mañana de este miércoles por los ministros de Sanidad, María Luisa Carcedo, y Ciencia y Universidades, Pedro Duque.